"No vemos que los inversores extranjeros estén descontando nada o estén afectados por ningún proceso de ningún tipo", ha asegurado la secretaria de Estado de Comerio, María Luisa Poncela, durante un desayuno Nueva Economia Fòrum celebrado en Madrid y presentado por el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis De Guindos. De esta forma, Poncela ha querido desvanecer los rumores que giran en torno a la fuga de empresas o la falta de inversiones en Catalunya como consecuencia del procés. "Hablamos mucho de Catalunya pero cuando miramos las cifras no vemos ningún impacto", ha reiterado.
En este sentido, también ha explicado que Catalunya mantiene el mismo atractivo inversor que tenía hace unos años. Según los datos del Ministerio de Economía, la inversión extranjera en Catalunya ha cerrado en el 2016 con 4.857 millones, lo que representa un 1,3% menos en relación al año anterior. Ahora bien, si se observa la inversión en un plazo de cinco años (tal como recomienda el Ministerio y la Conselleria d'Empresa), la inversión extranjera ha aumentado un 32,1% entre 2011 y 2016 respecto del periodo 2007-2011. Es decir, la inversión extranjera no sólo ha mantenido su atractivo sino que incluso ha crecido todavía más que antes del procés.
El efecto sede de Madrid
Catalunya concentra el 20,7% del total de inversión extranjera que llega al conjunto de España. Tan sólo la supera la Comunidad de Madrid, que atrae el 46,7% de la inversión productiva del exterior con un total de 10.970 millones, un 6,3% más con respecto al año anterior. "Es cierto que Madrid tiene un efecto sede relevante pero no estamos observando desviaciones de ningún ámbito en ningún momento", ha explicado Poncela. De hecho, el conseller d'Empresa i Coneixement, Jordi Baiget, ya señaló que la diferencia de inversión entre Catalunya y Madrid tenía mucho que ver con el efecto capitalidad. O lo que es lo mismo, multinacionales que tienen su sede en la capital del Estado y computan allí una parte de sus inversiones.
Por su parte, Guindos que hace poco más de una semana ya lanzó que "la independencia no se la creen ni los soberanistas", ha tenido que irse justo antes del turno de preguntas para asistir a la reunión de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos de la Moncloa. Así pues, ha evitado pronunciarse nuevamente sobre el procés y su impacto en las inversiones extranjeras en Catalunya.