El gobierno de Pedro Sánchez impulsará una revisión técnica del reglamento de alumbrado exterior, pero no establecerá ningún tipo de límite, sólo recomendaciones, al uso de luces de Navidad por parte de las administraciones locales, según el borrador del Plan de Contingencia Energética. El documento, cuyo contenido todavía no es definitivo y estuvo avanzado el viernes pasado a las comunidades autónomas en el marco de la Conferencia Sectorial de Energía, incide en las sugerencias del Ministerio para la Transición Ecológica de los últimos meses, y prevé introducir nueva información explicativa a la factura de la luz.
En este sentido, el exponente más claro del uso responsable o no que hacen los ayuntamientos es el alcalde de Vigo, también socialista, Abel Caballero. Este ya anunció el verano pasado que no piensa recular con el despliegue de once millones de luces led para Navidad. En paralelo, desde la Federación Española de Municipios y Provincias ya se advirtió que suprimir el encendido en estas fiestas por la crisis energética "sería un drama económico" para el comercio y el sector de la restauración. Los alcaldes que apuestan por el alumbrado se limitan a adoptar medidas razonables que ahorren energía, pero sin prescindir de la tradición y sin condenar estos sectores que generan tanta ocupación.
En concreto, el usuario encontrará en la factura el consumo medio registrado en el mismo código postal, una novedad con que se pretende incentivar el ahorro mediante la comparación con los consumidores vecinos. De acuerdo con el Plan provisional, este detalle se incluirá en las facturas con menos de 15 kilovatios (kW) de potencia contratados, cosa que incluye hogares y pequeñas y medianas empresas (pymes). Por otra parte, el Ejecutivo mantiene las recomendaciones que ha compartido con la ciudadanía desde hace meses a través de las redes sociales, destinadas a hacer un uso más inteligente de la energía, ganar eficiencia y reducir la factura. El borrador, que todavía podría variar antes de enviarse los próximos días a Bruselas, también insta a controlar el empleo de agua caliente en las empresas, evitando el uso cuando no sea imprescindible.
En las últimas semanas, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha participado en una ronda de conversaciones con los principales agentes sectoriales, sociales, políticos y de la sociedad civil para pedir propuestas, con el objetivo que España reduzca el consumo de gas, de acuerdo con el compromiso adquirido en el marco europeo. El Plan está diseñado para una nueva etapa en el ámbito de la energía en la Unión Europea, marcado por la voluntad de acabar con la dependencia de Rusia después de la guerra en Ucrania, y busca acelerar un cambio de modelo basado en las renovables, la electrificación economía, ahorro y eficiencia.
El caso de Alemania
Si miramos fuera del Estado español, el ejemplo más tajante al suprimir el alumbrado por Navidad es Alemania, aunque también hay discrepancias. El gobierno ha instado a las personas y las empresas a reducir la energía tanto como sea posible a causa de los temores por la escasez de gas y los costes en espiral a medida que Rusia acelera el suministro. Y ahora los distritos de todo el país se plantean qué hacer durante el periodo de Navidad. Alemania es conocida por sus extensos Weihnachtsmärkte (mercados de Navidad) que incluyen muchas paradas y una iluminación alegre.
En vista de las medidas de ahorro energético a escala nacional, el Senado de Berlín dijo la semana pasada que no contribuiría al coste de las famosas luces de Navidad a Kurfürstendamm este año. En agosto, el Senado dijo que discutiría los recortes a la iluminación de Navidad de este año, así como diversas otras medidas. "Cada kilovatio hora que ahorramos es una contribución", dijo entonces al senador de Economía, Stephan Schwarz. El grupo AGO City, responsable del espectáculo LED anual en Ku'damm, asegura que tiene previsto intentar financiar la iluminación, que cuesta unos 600.000 euros, mediante donaciones.