Goin es una start-up catalana que ha roto esquemas. Fundada por tres emprendedores que no pasan de los 23 años, la aplicación que ayuda a ahorrar o que, tal como ellos defienden, "hace magia con las finanzas", ha dado la vuelta al mundo e incluso ha sido considerada por Angelhack -la mayor comunidad internacional de hackers - como la mejor start-up del mundo y también la segunda mejor solución financiera de Europa según Bloomberg. Y es que Goin es, al fin y al cabo, una solución fintech fruto de una historia de riesgos, éxitos, juventud, magia e ambición, que ha conseguido levantar 2,2 millones de euros rondas de financiación y cuenta ya con 251.000 usuarios entre España e Italia, dónde abrió mercado hace pocos meses.
Su cara más visible y uno de los socios fundadores de Goin es David Riudor, que actualmente tiene 23 años pero empezó a dedicarse a los negocios cuando tenía sólo 13, y lo hizo a través de una de sus pasiones: la magia. Empezó publicitándose por Google como mago y más tarde se lo conoció con el espectáculo Tecnomagos en el Teatro Borràs, que junto con su amigo y mago Xavier Cabezas, alucinaron al público haciendo magia con iPads, teléfonos móvil y varios instrumentos tecnológicos. Riudor conoció los dos otros socios fundadores Carlos Rodríguez y Gabriel Esteban haciendo hackathons de tecnología y finanzas por el mundo.
Después de ganar varios premios, en enero del 2018 Goin consiguió levantar una primera ronda de 600.000 euros y después otra de 1,6 millones. "Fue muy fácil levantar dinero después de ganar los premios", asegura Riudor. Ahora, un año y medio después del lanzamiento, ya ha abierto mercado a Italia y tiene más de 250.000 usuarios.
Ahorrar por objetivos
"El mundo financiero tiene mucho camino para correr y para actualizarse, de hecho, llega más rápido una bicicleta comprada por AliExpress que una transferencia hecha un viernes. ¿Cuál es la dificultades en hacer una transferencia, si se puede hacer al momento? ¿Cómo puede ser que este sector esté tan atrofiado"? Esta es la pregunta que se hacen los socios de Goin y de aquí nace la idea. "Nosotros definimos Goin como la solución para los millennials para conseguir sus objetivos".
Un ejemplo sería un usuario que se quiere comprar un smartphone nuevo. Este usuario marca un objetivo de dinero y fecha, conecta sus finanzas personales como su banco y su tarjeta y puede decidir unos métodos de ahorro u otros. Uno de estos métodos sería redondear una compra hecha con tarjeta -por ejemplo un café de 1,30 se redondearía a 2 euros- y la diferencia entre el valor de la compra y lo que se paga se transfiere a la hucha virtual. "Una persona hace por término medio dos compras con la tarjeta cada día, y por lo tanto sólo con este método se ahorra un euro y pico al día", de manera que llegar al objetivo se hace más fácil y "prácticamente ni te das cuenta de ello", asegura Riudor.
Pero este no es el único método. Hay más divertidos, como que la aplicación te "penaliza" para levantarte tarde, de manera que si no te levantas a la hora que has fijado a la aplicación, esta saca una cantidad que el usuario determinación y la pone en la hucha virtual, como si fuera una penalización. "Es una manera de ahorrar más divertida o cuando menos, diferente y que te motiva".
Este dinero el usuario lo puede invertir de manera automática en finanzas hasta llegar a conseguir el precio del objetivo. Desde Goin controlan las transacciones y el usuario no tiene que estar pendiente de las transacciones, "sólo vamos enviando notificaciones conforme las transacciones que se hacen con su dinero, pero no hace falta que se preocupe de nada", asegura Riudor.
¿Y la seguridad? Según Riudor, "este debate de si las finanzas mediante las nuevas tecnologías son seguras sólo lo tiene la gente que no sabe". Defensa que "nosotros tenemos la misma regulación que los bancos, y de hecho, seguramente una plataforma tecnológica acaba siendo más segura". Al mismo tiempo, sin embargo, asegura que los bancos no son la competencia, porque "un banco no puede luchar contra nosotros porque si Goin cierra ahora mismo no pasa nada, no valemos nada comparados con un banco y al usuario no le pasa nada, el dinero sigue siendo sedes". En cambio, "sólo el hecho de sacar un 10% de cuota de mercado a un banco ya se hunde el Ibex 35".
La juventud como plus
La juventud es el corazón de Goin. Sus tres socios fundadores son Riudor, de 23 años, Rodríguez de 22 años y Esteban, de 21. Pero la edad, en la emprendeduría, no lo es todo: como contraposición, la empresa cuenta con la CEO de ING, Carina Szpilka, considerada una de las mujeres más influyentes de España; el fondo británico Anthemis, que ha apostado por Goin para hacer su primera inversión en España y también el inversor Oriol Juncosa, uno de los grandes referentes en el mundo de la inversión. "Somos tres niños, para decirlo de alguna manera, que al mismo tiempo contamos con tres referencias del mundo empresarial e inversor, y el mix es muy bueno porque nosotros llevamos la ejecución más disruptiva y ellos aportan la parte de experiencia y credibilidad".
"Hasta que no te haces daño con el negocio no aprendes de verdad", asegura Riudor. "El mundo de la emprendeduría en Catalunya es muy pequeño y al final nos conocemos todos, sobre todo los que llevamos años", pero "hasta que no tienes dinero y personal en juego, no sabes la responsabilidad que comporta". La juventud también los ha llevado a tener un target muy definido: los millennials. "Sabemos que lo tenemos ganado porque según las encuestas, el 71% de los milennials prefiere ir al dentista que un banco. Nosotros somos mucho más atractivos". Riudor asegura que "no queremos sacar mercado a los bancos", y asegura que "podemos ser grandes aliados y si nos saben utilizar podemos ganar todos".
Por último, desde Goin también tienen claro que su sitio está en Barcelona. Situados en unas oficinas de la Avinguda Meridiana, en el Poblenou, están rodeados de talento tecnológico de otras empresas innovadoras que también han escogido el 22@ como zona para establecerse. "Probablemente, Barcelona será el hub más importante a nivel europeo y esperamos que del mundo". "El que tiene de bono Barcelona es que a nivel de precios es mucho más barato que los otros hubes, hay universidades muy buenas y un muy buen clima", acaba Riudor. Y así es el espíritu de Goin: una lección de emprendeduría en que la edad no importa y la magia levanta una de las mejores startups del mundo.