Los restauradores y propietarios de bares no están contentos con los nuevos horarios de cierres de las terrazas. El director del Gremio de Restauradores de Barcelona, Roger Pallarols, ha previsto "una judicialización sin precedentes y masiva" tanto por el recorte de los horarios de las terrazas como por el del horario de las licencias de actividad anunciadas por el Ayuntamiento de Barcelona. De esta manera, ha asegurado que el sector dará una "respuesta muy contundente" a los nuevos horarios, que según el Ayuntamiento tienen que servir para reducir el ruido ambiental, ha explicado en declaraciones en Europa Press este viernes. Pallarols ha dicho que el sector está viviendo "estos días de agosto, es gravísimo" y lo ha definido como un ataque directo y una agresión sin precedentes contra la restauración, en sus palabras. Ha asegurado que el equipo municipal presidido por la alcaldesa Ada Colau "ha decidido unilateralmente reabrir la guerra de las terrazas" e iniciar un enfrentamiento con el sector de la restauración.
Horarios restrictivos
Ha recordado que el pacto sobre los horarios que se alcanzó en el 2018 ya es uno de los más restrictivos en Catalunya y en toda España y ha lamentado el "incumplimiento" de la palabra dada por el Ayuntamiento. El Ayuntamiento de Barcelona anunció este jueves el adelantamiento de una hora el cierre de restaurantes, la venta alimentaria y las terrazas en la calle de Joaquim Costa y la plaza de los Ángeles del Raval, y la calle de Escudellers y la plaza de George Orwell en el barrio Gótico, del distrito de Ciutat Vella, para reducir el ruido nocturno.
Las actividades de restauración en estas zonas del Raval, donde está el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba), y del barrio Gótico adelantarán el cierre de las 3 a las 2 horas, las terrazas a las 23 horas durante toda la semana, y los comercios de venta alimentaria, como supermercados pequeños, tendrán que cerrar a las 22 horas.
Objetivo: reducir el ruido
Las medidas para reducir el ruido a la calle Enric Granados incluyen considerarla zona saturada de terrazas, la cual cosa compuerta que no se consolidará ninguna de los 34 extraordinarios. Otras medidas que se implantarán en esta calle son el establecimiento del número actual de mesas y sillas autorizadas con licencia ordinaria como tope máximo admisible y limitar a 12 el número de módulos permitidos por terraza. También será obligatorio que las mesas y sillas tengan tapones de silicona, que las cadenas que aseguren los elementos de las terrazas estén plastificadas y que se adapten todas las licencias en régimen transitorio a la Ordenanza de Terrazas. Además, se establecerán planos de inspección específicos y el refuerzo de la presencia de la Guardia Urbana y los servicios de limpieza.
En Ciutat Vella el plan para reducir la contaminación acústica se adopta después de que los resultados de los sonómetros instalados en estas calles y plazas de Ciutat Vella hayan mostrado que se supera de manera continuada a 3 decibelios los límites permitidos por la noche, en algunos casos por encima de los 10 puntos. La medida que supone adelantar el horario de cierre de terrazas y restaurantes se comunicará formalmente en los establecimientos que vean afectada su actividad para que puedan hacer alegaciones y Rabassa ha concretado que se prevé que la decisión sea firme aproximadamente dentro de un mes.