La multinacional catalana de hemoderivados Grifols gana 143,6 millones de euros en el primer semestre del año, un 46,2 % menos que en el mismo período de 2021, debido a los gastos financieros derivados de la adquisición de la compañía alemana Biotest. Grifols ha comunicado este jueves a la CNMV, el supervisor bursátil español, que las donaciones de plasma, la materia prima que usa la multinacional para elaborar sus medicamentos, siguen recuperándose y que han crecido un 22 % si se comparan las 28 primeras semanas de este año con las del mismo período de 2021. Asimismo, los ingresos de enero a junio han aumentado un 10,8 %, hasta los 2.810 millones de euros, impulsados por la buena evolución de la división Biopharma -antes denominada Bioscience, la que aglutina el negocio de las proteínas plasmáticas-, que ha aportado 2.313 millones, un 16,5 % más. En cuanto al beneficio bruto de explotación, ha ascendido a 618,3 millones de euros, un 2,5 % menos que en el mismo período de 2021, y el margen se ha situado en el 22 %.
Venta de Medkeeper
La compañía también ha anunciado que vende todos los activos de su filial estadounidense Goetech LLC, conocida comercialmente como MedKeeper, por 93 millones de dólares -unos 91,08 millones de euros, al cambio actual- a empresas del grupo de la compañía estadounidense Becton, Dickinson and Company. Los consejeros delegados de la compañía, Raimon Grífols Roura y Víctor Grífols Déu, han destacado que las cuentas del primer semestre incluyen el cierre de la adquisición de Biotest, y se han mostrado confiados en que la aceleración de las donaciones de plasma experimentada hasta junio "continúe en el segundo semestre de 2022". La pandemia supuso un duro golpe para Grifols, puesto que frenó las donaciones de plasma y ello hizo que se redujera su producción de medicamentos plasmáticos, pero la multinacional ya dejó claro en su última Junta General de Accionistas que el plasma había vuelto y que se iría notando en la recuperación de las ventas, especialmente a partir de 2023.
En paralelo, la multinacional, que cotiza también en el Nasdaq estadounidense, ha asegurado que sigue comprometida en seguir reduciendo su deuda, que alcanza ya los 8.994 millones de euros, y de ahí operaciones como la venta de MedKeeper, que comercializa aplicaciones informáticas para farmacia hospitalaria. Con todo, Grifols asegura que tiene 525 millones en caja, que su posición de liquidez es de 1.600 millones de euros y que no tiene vencimientos significativos hasta 2025. Además, Grifols ha subrayado su "baja exposición a las subidas de tipos de interés", ya que aproximadamente el 65 % de su deuda es a tipo fijo y solo un 22 % aproximadamente está vinculada a un tipo de interés variable en dólares estadounidenses. No obstante, la multinacional confía en la buena evolución del negocio y en la mejora de las donaciones para seguir recortando deuda y mejorando su margen y sus ganancias. En esta línea, los productos recientemente lanzados por la compañía están creciendo a doble dígito.