Depana, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife, Amigos de la Tierra y WWF han enviado una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sànchez, y al del ejecutivo catalán, Pere Aragonès, para que detengan la ampliación del aeropuerto del Prat. En la misiva, muestran la oposición al proyecto para ser "insostenible" desde el punto de vista ambiental.

Aseguran que la propuesta "vulnera todos los compromisos" en la lucha contra el cambio climático, más cuando han declarado la emergencia climática. Alertan que la ampliación no sólo supondrá aumentar las emisiones, en vez de reducirlas, sino que fomentará un tipo de transporte, de comercio y de turismo "contrario" al que requiere la crisis climática y ambiental y a las políticas de lucha contra el cambio climático.

Rechazan cualquier actuación contra el medio natural

Por eso, las entidades piden a Sánchez y Aragonès que redirigen los fondos acordados hacia otros sectores que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y favorezcan el medio ambiente, preserven el territorio y aseguren la transición a una economía descarbonizada que priorice la justicia social y el interés general. En este sentido, insisten en la necesidad de reducir el transporte aéreo, responsable del 2% de emisiones de CO₂, y favorecer otro tipo de movilidad más sostenible.

Además, rechazan cualquier actuación que afecte negativamente en la zona de especial protección para las aves y las reservas naturales del Delta del Llobregat, incluso con propuestas de medidas compensatorias. Recuerdan además que hay un procedimiento de infracción iniciado por la Comisión Europea del 2012 para una anterior ampliación. Consideran que sería una "triste ironía" que se lleve a cabo una infraestructura en la zona que acelere su propia destrucción.

Empeoraría la "contaminación"


A la carta afirman también que la ampliación empeoraría la contaminación ambiental y acústica que sufren decenas de miles de personas. En resumen, consideran que la propuesta de ampliar el aeropuerto del Prat –y el de Madrid, Reus y Girona-, es una apuesta por una economía basada en la especulación, la masificación, la deslocalización, la destrucción del territorio, el uso de recursos y de las emisiones.

Reclaman también más diálogo, ya que consideran que la "frontal oposición" de la alcaldesa de Barcelona y del Prat, así como el de los colectivos social y ecologistas, demuestra que el acuerdo se ha alcanzado sin el adecuado y necesario diálogo social. Para las organizaciones, la construcción de un modelo socioeconómico más sostenible, más resiliente y más eficiente que se ajuste a los límites del planeta es "urgente".

 

Imagen principal: Un avión de Vueling después de aterrizar / Sergi Alcàzar.