La Junta General de Accionistas de CaixaBank se ha celebrado a pesar del coronavirus, pero de manera telemática por primera vez en la historia. Algo que cada vez es menos anormal para todos, pero no deja de enrarecer el ambiente. El tema central también ha sido la gestión de la pandemia y el escenario global, no sólo para el mercado financiero sino para la economía española, en lo cual su presidente, Jordi Gual, ha aseverado que "los escenarios más pesimistas se empiezan a ver como los más plausibles". Con todo, una máxima: "la situación actual merece, y es fundamental, un esfuerzo fiscal coordinado y sustancial a nivel europeo".
Aunque el presidente de CaixaBank ha aseverado que "las medidas que se están tomando van en la buena dirección", considera que hace falta una mayor unión a nivel europeo y ha pedido la aplicación de "mecanismos de compartición del gasto entre países para evitar la distorsión de mercado único". Celebrando el acuerdo francoalemán entre Merkel y Macron y reiterando la necesidad de compartir gastos, ha aseverado que "sólo así todos los países podrán dar una respuesta lo bastante contundente a esta crisis y se evitará la distorsión de mercado único, que supone que unos países pueden dar apoyo a su tejido productivo en mayor medida que otros".
A pesar de destacar que el Banco Central Europeo (BCE) se está enfrentando a la crisis con medidas "contundentes", como "los programas de compra de deuda pública, inyecciones de liquidez al sistema financiero y de relajación de los requisitos prudenciales", considera que para la integridad de la zona euro "es fundamental que el BCE siga garantizando que su política monetaria se transmite con efectividad en todos los rincones de la eurozona, independientemente de la situación fiscal de los países miembros".
La "prudencia" de CaixaBank
El presidente de la entidad ha asegurado que CaixaBank se enfrenta a la situación actual desde una "posición de fortaleza", tanto financiera como comercial, y ha recordado que por "prudencia ha provisionado 400 millones de euros en el primer trimestre para anticipar" los efectos de la pandemia.
"Esta misma responsabilidad es la que se traslada a la decisión del consejo de administración del 26 de marzo de reducir el dividendo propuesto originalmente para el ejercicio 2019 de 15 céntimos a 7 céntimos brutos por acción", ha explicado Gual, que ha recordado la modificación de la política de dividendos para el 2020 y la distribución de un dividendo en efectivo no superior al 30% del beneficio neto.
Tanto Gual como el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, han remarcado que la entidad está trabajando para ayudar a mitigar los efectos económicos y sociales de la pandemia a través de medidas como el adelanto del abono de las pensiones y prestaciones de desempleo a sus clientes o la aplicación de una moratoria hipotecaria. "Estamos comprometidos con los sectores más vulnerables y con los más afectados por la crisis", ha subrayado Gortázar.