Con la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su paquete de inversiones sin la presencia de la elite financiera catalana todavía en el retrovisor, el ministro de Economía, Luis De Guindos, ha vuelto a Barcelona para probar suerte (de nuevo) con empresarios y economistas en un encuentro del Cercle Financer celebrado en La Caixa. Lo ha recibido lleno de elogios el presidente de la Fundació La Caixa y Gas Natural Fenosa, Isidre Fainé, que ha reconocido su valentía "en momentos complejos" pese a estar en más de una ocasión a punto de colgarse el teléfono. "Es un ministro luchador, dialogante, con la cabeza bien amueblada y una gran experiencia", ha explicado justo antes de remarcar su prestigio en Europa y sentenciar lo siguiente: "Estamos en buenas manos ante los retos que todavía nos quedan por superar".

A pesar de no haber hablado del procés durante su intervención, De Guindos sí que ha recibido reiteradas preguntas sobre Catalunya durante el turno de palabra de los empresarios que han manifestado su preocupación por la falta de diálogo. Esta vez estaban presentes el presidente de CaixaBank, Jordi Gual, el director general de la Fundación La Caixa, Jaume Giró, el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, o el presidente de Colonial y el Círculo de Economía, Juan José Brugera, entre otros. Ante la gran sorpresa de los asistentes, tampoco se lo ha perdido la Infanta Cristina.

 "Yo me he reunido durante muchos años con inversores internacionales y agencias de rating y el tema de Catalunya prácticamente no me lo plantea nadie", ha asegurado De Guindos. Acto seguido, ha equiparado la crisis económica, Catalunya o el ascenso de Podemos como focos de incertidumbre que no se ven reflejados en los mercados y que juntamente con la formación de un Ejecutivo central, han permitido a España salir del "radar de la inestabilidad política". "Catalunya va a continuar siendo parte de España y Podemos no ha llegado al poder. Esto son señales positivas", ha remachado a la vez que se mostraba plenamente orgulloso de no haber pedido el rescate. 

El Gobierno tendrá que escuchar Catalunya

Pero no ha sido suficiente. Los empresarios todavía querían más y con efecto búmeran, las preguntas han vuelto a poner Catalunya sobre el tablero de juego. "El Gobierno tendrá que escuchar mucho más, tendremos que hacer todos un esfuerzo", ha añadido De Guindos a modo de autocrítica tras subrayar la importancia del diálogo y el saber escuchar hasta el punto de defender que es "plenamente consciente" de cuál es el planteamiento de "una parte de la sociedad catalana".

Volviendo al mismo discurso de siempre, ha reivindicado lo siguiente: "Creo firmemente que a Catalunya y España les irá mucho mejor como han estado hasta ahora". Partidario de buscarle una solución al conflicto, el ministro de Economía ha vuelto a apelar a la legalidad: "Si un gobierno no respeta la legalidad, entramos en un terreno peligroso". Pero incluso más allá de la legalidad, De Guindos ha admitido que pueda tratarse de "un tema de racionalidad". Como ejemplo, la financiación autonómica. 

Y justo antes de dar por acabadas sus explicaciones sobre Catalunya y evitar responder a alguna pregunta más, ha lanzado un último mensaje de alerta: "Tampoco veo a Catalunya fuera de la Unión Europea ni fuera de la zona euro".