El 1 de septiembre es la fecha en que la Agència Tributària de Catalunya (ATC) dará un "salto muy relevante", que permitirá "poner las bases para que de cara al futuro podamos asumir nuevas competencias", ha explicado en una entrevista en la ACN el secretario de Hisenda, Lluís Salvadó. El próximo viernes la ATC abrirá 14 nuevas oficinas propias y 13 nuevas oficinas compartidas por todo el territorio y habrá incorporado a 256 nuevos trabajadores para hacerlas funcionar; se asumirá el control total de los impuestos propios y cedidos (que hasta ahora era realizada por el Estado); se pondrán en funcionamiento nuevas fases de los nuevos programas informáticos; y se empezarán a recaudar deudas de forma "masiva" por la vía ejecutiva, como por ejemplo las 300.000 multas impagadas al año del Servei Català de Trànsit.
Oficinas por todo el territorio
La Agència Tributèria se dota de músculo y se hace presente en todo el territorio. Las 14 nuevas oficinas propias se abrirán en Terrassa, Sabadell, Granollers, Sant Feliu de Llobregat, Vilafranca del Penedès, Mataró, Manresa, Vic, Santa Coloma de Farners, La Bisbal d'Empordà, Figueres, La Seu d'Urgell, Reus y Tortosa. Estas se añadirán a los servicios centrales de Barcelona, ubicados en la Zona Franca, a las tres delegaciones (Girona, Lleida y Tarragona) y a la oficina de El Poblenou, que abrió en febrero. Por otra parte, las 13 oficinas compartidas con los entes locales y supralocales adheridos a la red Tributs de Catalunya, se ubicarán en Berga, Móra d'Ebre, Valls, El Vendrell, Tremp, Solsona, Olot, Ripoll, Cervera, Vielha, Vilanova i la Geltrú, Igualada y L'Hospitalet de Llobregat.
Objetivo 2017: 800 trabajadores
Para hacer funcionar las nuevas oficinas, se han seleccionado 256 nuevos trabajadores –la mayoría de los cuales son gestores tributarios y administrativos– que se han incorporado a lo largo del mes de agosto de forma progresiva. Contando a estos nuevos empleados, la ATC tendrá una plantilla de 700 personas en septiembre. La intención es que a finales de año sean 800. Después del verano se pondrán en marcha procesos selectivos para cubrir plazas de 40 gestores tributarios y 24 inspectores tributarios.
Pero, ¿de dónde provienen estos nuevos fichajes? Como el Estado vetó la posibilidad de que la ATC contratara personal que trabajaba a la Agencia Tributaria española, el organismo ha buscado "alternativas", explica Salvadó. Se han puesto en contacto con más de 20 másters de fiscalidad para "captar talento" en la universidad y han favorecido la incorporación de los registradores de la propiedad, que en septiembre dejarán de realizar las liquidaciones de los impuestos cedidos.
La ATC, proveedor de impuestos
Por otra parte, a partir de octubre la Agència Tributària de Catalunya gestionará los 4.500 millones de euros anuales que la Generalitat y sus 170 empresas pagan al Estado en concepto de IRPF, IVA y cotizaciones sociales. Eso significa que la ATC canalizará el pago de estos impuestos al Estado. El cambio implicará mayor "eficiencia y agilidad", ha defendido Salvadó, quien ha recordado que "en números absolutos, estamos pagando más tributos al Estado que los que recibimos con las actuales competencias". Con esta operación, la ATC se transforma en proveedor de servicios tributarios, ha dicho el secretario de Hisenda. Aparte de la Generalitat y las empresas públicas, el objetivo es acabar firmando convenios con otras administraciones para que la ATC pueda gestionar los impuestos que pagan al Estado.