Uno de los grandes dilemas a la hora de pedir una hipoteca es el tipo de interés. Este dilema tiene dos posibles opciones, que la hipoteca sea a tipo fijo o a tipo variable. La diferencia es la cuota de interés, que en un caso es fija y en la otra variable, normalmente en indexada con el euríbor. Ahora bien, a la hora de escogerla hay muchos factores que te pueden llevar a decidirte por uno o por el otro tipo, ya sea en función de las hipotecas en el momento que pides el préstamo o de tus capacidades económicas, por ejemplo.
El profesor de economía, contabilidad y finanzas de Esade, Juan Carlos Amaro, asegura a ElNacional.cat, que con las condiciones actuales, teniendo en cuenta todo el conjunto de la economía y la previsible evolución al alza de los tipos de interés y el euríbor, es mucho mejor para el usuario pedir una hipoteca a tipo fijo, ya que te aseguras siempre pagar lo mismo en un escenario en el cual previsiblemente, si optas por una hipoteca a tipo variable, verás como seguramente tu cuota va aumentando mes a mes. En esta línea, Amaro asegura que al pedir una hipoteca a tipo fijo eliminas el riesgo financiero de un aumento desmesurado de las cuotas que podrían provocar que no las puedas pagar y, tal como le pasó a mucha gente con la crisis del 2008, acabes perdiendo el inmueble.
La posición del vicepresidente de la comisión de economía financiera del Colegio de Economistas, Antoni Bisquert, al respecto es muy parecida, y asegura que el tipo fijo es mucho más cómodo, ya que solo te tienes que preocupar de pagar las cuotas y no de si suben o bajan. En esta línea también aboga por un tipo fijo si quién pide el préstamo tiene unos ingresos estables, porque normalmente a medida que avanzas en tu vida laboral tus ingresos van aumentando. Ahora bien, Bisquert también destaca que en el hipotético caso de que el euríbor esté a cuotas muy elevadas, estamos hablando de valores por encima del 5 o 6%, quizás valdría la pena arriesgarse a hacer una hipoteca a tipo variable porque la teoría dice que los tipos tendrían que bajar y entonces podrías ver como a medida que pasa el tiempo tus cuotas bajan de precio, ahora bien, este caso es una situación hipotética que actualmente no se da ni se prevé que se llegue a un escenario así en los próximos años.
¿Se puede pedir un cambio de tipo?
Como hemos visto, a estas alturas es mejor optar por una hipoteca a tipo fijo ante una situación que puede llevar al aumento de tipo. ¿Ahora bien, si en un futuro las condiciones cambian, sería posible cambiar de tipo? Pues la respuesta es que sí, siempre que quieras, ahora bien, hacerlo no es gratuito, y el banco te pedirán compensaciones para llevar a cabo el cambio.
En esta línea, empapo asegura que a la hora de plantearse un cambio como este tendrías que mirar muy atentamente las comisiones que te cobrarán porque si sumas todo lo costará el cambio más lo que te queda para volver quizás acabas pagando más dinero de los que tenías previstos. En definitiva, Amaro aboga para no cambiar de tipo de hipoteca a no ser que el diferencial para hacerlo representa una gran ventaja y te ahorres dinero. De hecho, Bisquert no es tan tajante, pero en definitiva el mensaje viene a ser el mismo, tener muy presente las nuevas condiciones y vigilar que el cambio no te juegue a la contra, porque en la práctica con un cambio de tipología implica que pides una novación de la deuda, es decir tú mantienes la cantidad que te queda para pagar, pero le sumas los gastos del cambio de tipología.