El hub de descarbonización ha recibido este viernes el aval definitivo de la comisión de reindustrialización de Nissan, que baraja al mismo tiempo reservar una parte de Zona Franca a otro proyecto sin descartar tampoco introducir algún uso logístico. La comisión ha celebrado este viernes una reunión que se planteaba como clave para confirmar la apuesta por el hub que lideran QEV Technologies y Btech, un proyecto que prevé invertir 800 millones de euros (entre 150 y 200 millones en ayudas públicas) para producir vehículos eléctricos de diferente tipología y con marcas distintas. Tras el aval recibido, la comisión ha decidido iniciar conversaciones directas con los promotores para concretar detalles del proyecto industrial y del empleo que generará. De momento, estos han avanzado que en una primera fase, en dos años, están en disposición de absorber a los cerca de 1.400 trabajadores que quedan por colocar de Nissan y creen que podrían llegar a los 4.000 empleos en cinco años.
Según han explicado a EFE fuentes de la comisión, integrada por la multinacional Nissan, las administraciones públicas y los sindicatos, la propuesta del hub no llenaría todo el centro de Zona Franca, el más importante de los tres de la compañía nipona, y quedarían libres entre 40.000 y 50.000 metros cuadrados para otro uso industrial, lo que haría posible la entrada en la fábrica de otro proyecto. En este sentido, se ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de dedicar algún espacio, incluso en altura, a una actividad del ámbito logístico. Los sindicatos, los más reacios a aceptar esta actividad, se han abierto hoy a valorar la propuesta siempre y cuando esté vinculada de alguna manera con el hub y garantizando condiciones laborales de igualdad para los trabajadores.
Aunque hasta ahora se daba por hecho que el hub se quedaría también con el centro de Sant Andreu, han surgido dificultades que podrían hacer peligrar el proyecto, lo que podría acabar por derivar una parte de esa actividad al centro de Montcada i Reixac. Sin embargo, Montcada estaba destinada para el fabricante de motocicletas eléctricas Silence, que, si se confirma la entrada del hub en esa fábrica, podría tener que renunciar a ella y plantearse quizás ocupar una parte de Zona Franca. Entre otras iniciativas, los socios tractores del hub de descarbonización tienen previsto relanzar la mítica marca EBRO, que en el pasado dio nombre a vehículos de Motor Ibérica, y ensamblar vehículos de una nueva marca comercial especializada en el reparto de última milla.
El proyecto contempla también continuar con la producción de algunas de las líneas que ya tiene Nissan bajo una nueva marca. Según los promotores del hub, desde los antiguos centros de producción de Nissan podrían salir 30.000 vehículos en 2023 y llegar a los 100.000 en 2025. Tras la reunión de la comisión, los sindicatos han reunido en asamblea a los trabajadores en el aparcamiento de Zona Franca para informarles con detalle de las negociaciones. La plantilla de Nissan se encuentra en sus casas desde el pasado 31 de diciembre, cuando expiró su contrato con la multinacional nipona, y ha empezado a cobrar el paro.
Silence, a la Zona Franca
La mesa de reindustrialización de Nissan, por otro lado, ha ofrecido a Silence que se instale en la Zona Franca, ya que ha certificado que el hub de descarbonización liderado por QEV y Btech será el encargado de sustituir el fabricante japonés en Zona Franca después de que el propietario de la planta de Sant Andreu haya decidido que quiere reestructurar las naves, hecho que deja los terrenos fuera de la reindustrialización. Con esto, la comisión ha propuesto al hub de descarbonización, que se tenía que quedar los espacios de Zona franca y de Sant Andreu, que se instale también en el centro de estampación de Montcada i Reixac, que hasta ahora se había ofrecido al fabricante de motos Silence. A su vez, se ha propuesto a la empresa controlada por Acciona que comparta los terrenos de Zona franca.
Este movimiento no ha estado muy visto por Silence, que, de momento, ha asegurado en una carta que solo está interesado en Moncada, puesto que es una inversión que hace muchos meses que trabajan y que ya tenían muy avanzada con la mesa. "Es un error porque el proyecto de Silence puede encajar perfectamente en Zona franca. Hay espacio para hacerlo", ha dicho Miguel Ruiz, secretario general de Sigen-Usoc en Nissan, que cree que la negativa del fabricante de motos se debe al hecho que en los terrenos barceloneses "tendría que pagar alquiler", y en los de Moncada ya había llegado a un acuerdo con el propietario, que es la misma Nissan.