Todavía con el recuerdo del caos del verano pasado en el Aeropuerto del Prat por las huelgas de los trabajadores de Eulen, ahora las aerolíneas IAG y Ryanair alertan de que se acerca otro verano movido. Esta vez, sin embargo, las compañías lo atribuyen a las huelgas de los controladores franceses.
De hecho, este pronóstico es el que da Airlines for Europe (A4E), una asociación de aerolíneas europeas, representadas por las mencionadas IAG y Ryanair. La asociación ha presentado una queja en Bruselas, pidiendo la intervención de la Comisión Europea a fin de que controle las huelgas. "No puede ser que una huelga a un punto de Francia altere todo el tráfico aéreo" de todo el continente, aseguran.
La asociación ha explicado sus movimientos también a través del Twitter, en el que aseguran que "El espacio aéreo queda afectado cuando un pequeño grupo de controladores aéreos en Marsella hacen vaga. 417 cancelaciones el fin de semana pasado, 70.000 pasajeros afectados. Este fin de semana será la novena huelga de controladores del 2018. ¿Les importa, a los políticos"?
Además, Barcelona es la zona más afectada, cosa que las compañías tildan injusto, ya que es por unas huelgas que no tienen nada que ver con el estado español.
Un problema político
Delante de todo eso, las compañías han puesto presión sobre el gobierno de Emmanuel Macron, y piden que "resuelva el problema antes de la temporada de verano", con el fin de evitar las consecuencias sobre todo sobre la economía española. En una rueda de prensa, el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, ha asegurado que las consecuencias son graves, y que "durante el ejercicio del 2018, el sector perderá todo un mes de actividad como consecuencia de estas huelgas".
En palabras de Walsh, estas huelgas "están destruyendo el tráfico aéreo europeo y está teniendo un gran impacto en los consumidores", asegura. "Es un problema político y tiene que ser controlado por políticos, no es un problema de aerolíneas".
La "unión" como propuesta
A4E, además de pedir la intervención de la Comisión, también ha planteado posibles soluciones.
Además, las dos compañías aéreas han propuesto varias soluciones para paliar los efectos. La principal consiste en avanzar hacia la unión de un "cielo europeo", otorgando más peso y responsabilidad en Europa con respecto al control del espacio aéreo.
Al mismo tiempo, también proponen considerar "cielo europeo" a altitudes superiores a los 30.000 pies (9.144 metros). Así, la regulación del espacio aéreo dejaría de estar sujeta a la normativa de los estados y pasaría a ser competencia de la UE.