Iberia y Air Europa han suspendido su fusión después de dos años de negociación. En un comunicado remitido este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las compañías IAG y Globalia –matrices de Iberia y Air Europa, respectivamente- han confirmado que se encuentran "en una fase avanzada de las negociaciones para rescindir el acuerdo firmado el 4 de noviembre de 2019 y modificado el 20 de enero de 2021", por el cual Iberia se comprometía a pagar 500 millones de euros a partir del 2026 para controlar Air Europa. En el mismo escrito, los dos grupos señalan que "se realizará una nueva actualización en el futuro, según corresponda".
La oferta inicial por parte de Iberia, la de noviembre de 2019, contemplaba el desembolso de 1.000 millones de euros, una cifra que cambió a raíz del estallido de la crisis de la covid-19. Con la pandemia, Air Europa tuvo que pedir un rescate a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) por 475 millones de euros, rebajando a 500 millones de euros la oferta final. Entonces, los propietarios de Air Europa accedieron a renegociar el acuerdo por una bajada drástica del tráfico aéreo.
Antes de la pandemia, Air Europa operaba vuelos regulares nacionales e internacionales a 69 destinos, incluidas rutas europeas y de larga distancia en la América Latina, los Estados Unidos, el Caribe y el norte de África. El año 2018, de hecho, transportó a 11,8 millones de pasajeros y cerró el año con una flota de 66 aviones. Con su adquisición, Iberia quería reforzar su oferta con el objetivo de transformar Madrid en un 'hub' que pudiera competir con grandes aeropuertos como Ámsterdam, Frankfurt y París Charles de Gaulle y, al mismo tiempo, reposicionar en el mercado europeo, latinoamericano y caribeño.
Efectos sobre la competencia
La operación también había levantado preocupaciones entre la Comisión Europea (CE), que a finales de junio decidió abrir una investigación por examinar si la operación podía reducir la competencia en los mercados del transporte aéreo de pasajeros en las rutas con origen y destino en el Estado. El posicionamiento de la CE tenía que llegar antes del 4 de enero.
En un comunicado inicial, el organismo europeo subrayó la importancia de "velar" para que el escenario de recuperación pospandemia se hiciera en un entorno "competitivo" y que preserve "una capacidad de elección suficiente" para los usuarios. Teniendo en cuenta que el grupo IAG y Air Europa son, respectivamente, la primera y tercera compañía aérea en el Estado, la Comisión alertó de que la fusión podía reducir "significativamente" la competencia y que la presencia de otras aerolíneas sería "insuficiente" para hacer frente a una posición de dominio.