En los últimos años, España está sufriendo un estrés hídrico acuciante a causa de la emergencia climática. La zona mediterránea o la cuenca del Guadalquivir han vivido recientemente sequías severas a consecuencia de esta situación. No obstante, en los últimos 10 años, solo se han ejecutado el 30% de las inversiones planificadas. Por eso, es necesario reforzar, a través de la colaboración público-privada, las inversiones necesarias para afrontar la escasez hídrica, ser más resilientes y garantizar, de este modo, el suministro de agua para las próximas generaciones. Estas son algunas de las conclusiones del informe "Déficit de inversiones en el ciclo urbano del agua en España", elaborado por la Asociación de Gestores Urbanos del Agua (AGUA) en colaboración con la consultora PwC y presentado esta mañana en Madrid.

Según el informe, el ciclo urbano del agua necesita una inversión anual de 6.200 millones de euros para expandir, renovar y mejorar la infraestructura y cumplir los objetivos reguladores del sector. Entre las partidas previstas, destacan los 2.600 millones para actualizar las infraestructuras contempladas en los Planes Hidrológicos, 550 millones en nueva infraestructura no incluida en estos planes, 2.600 millones para renovar los activos existentes y 450 millones para adaptar los activos de depuración a los nuevos requisitos fijados en la revisión de la directiva europea.

 

AGUA, formada por 45 operadoras del ciclo urbano del agua, alerta, además, que la inversión en el ciclo urbano del agua en España, en el periodo que va del 2017 al 2022 ha alcanzado en promedio unos 1.200 millones de euros anuales, lo cual supone un déficit anual de 5.000 millones de euros. Con la finalidad de mejorar la financiación de las infraestructuras del sector, a través de su informe, AGUA propone diferentes medidas como la inclusión de partidas específicas en las tarifas del agua, cambios reguladores para flexibilizar el modelo de las concesiones o la creación de un Fondo Nacional del Agua para financiar aquellas actuaciones en la cual la financiación por medios convencionales sea complicada. También se propone la creación de un ente regulador específico para el sector que dote de independencia y de un mayor carácter técnico a la toma de decisiones en el sector agua.

Asimismo, el PERTE de digitalización del ciclo del agua, que contempla una inversión de más de 3.400 millones de euros bajo el paraguas del fondo Next Generation de la Unión Europea, puede contribuir a mejorar las infraestructuras del ciclo urbano del agua, pero no es suficiente. El informe alerta que estos fondos Next Generation EU y el PRTR (Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España) tendrán un impacto limitado en el sector del agua en España, insuficiente para paliar el déficit de inversión, por lo que AGUA afirma que la colaboración público-privada se hace imprescindible para desplegar todas estas nuevas inversiones necesarias para garantizar el servicio que el sector presta a la sociedad.

 

Foto: Hilario Albarracín, presidente de AGUA; Victoria Arnau, periodista y presentadora de Antena3 Noticias; y Santiago Otero, socio de estrategia de PwC