El Ayuntamiento de Barcelona ha instalado las 36 primeras cámaras que controlarán la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del total de 66 que tendrá la ciudad a partir del 1 de abril, aparte del resto que estarán distribuidas en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), llegando en total a unas 200 en toda la ZBE.
Según ha explicado en rueda de prensa este viernes la concejal de Movilidad del consistorio, Rosa Alarcón, las cámaras registrarán y contrastarán la información de las matrículas con la base de datos de los vehículos sin etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT), unos datos que se solaparán con la información procedente de la AMB de los vehículos autorizados. Las matrículas detectadas que no tengan permiso de circular recibirán una sanción, aunque Alarcón ha destacado que la voluntad no es enviar multas, sino que el sistema funcione y "que los coches contaminantes no pasen por la ciudad".
Sin precisar la ubicación de estas cámaras, Alarcón ha dicho que se encuentran en los puntos de acceso a la ciudad, pero también en las rondas y dentro de la misma ciudad para detectar a los vehículos no autorizados que no requieran acceso desde fuera, aparte de la labor de comprobación que también realizará la Guardia Urbana.
A partir de abril, el incumplimiento de esta normativa acarreará sanciones de 100, 200 y 500 euros en función de la reincidencia del vehículo, el tipo de vehículo y si la infracción se ha dado durante un episodio de contaminación.
Sanción automática
El Centro de Control de la ciudad —que ya acoge las cámaras de movilidad de Barcelona— tendrá centralizado el control de estos dispositivos, aunque el proceso de sanción será automático, ya que los infractores recibirán directamente la multa, ante la que podrán poner alegaciones y obtener una reducción si la pagan anticipadamente, como el resto de sanciones.
Estas cámaras —que tienen luz infrarroja para garantizar la visibilidad también de noche, y que seguirán funcionando en caso de corte eléctrico— están dotadas con la última tecnología, ha detallado Alarcón.
También las matrículas extranjeras serán leídas, y en la frontera los vehículos recibirán información de esta restricción para que, cuando alcancen Barcelona, hayan podido inscribirse en el registro electrónico para circular con la exención de diez días, ya que si no, tendrán la "sanción correspondiente".
Aunque la norma entra en vigor el 1 de enero, hasta el 1 de abril habrá un periodo de transición a través de notas pedagógicas enviadas a quienes más reiteradamente incumplan la norma, no a todos los infractores, y que consistirá en un aviso.
De estas cámaras, Alarcón ha asegurado que la idea es que durante el mandato incorporen nuevas opciones "que puedan acabar haciendo lecturas de otras infracciones, como de velocidad". "Aunque son cámaras para controlar la ZBE, de cara al futuro estamos trabajando para que integren que todas las cámaras de la ciudad nos permitan controlar la velocidad, leer las ZBE y que permitan también el control del tráfico", trabajando para una integración de todo el sistema de cámaras, ha relatado.
De hecho, estas nuevas cámaras facilitarán también el control de la movilidad, ayudando al Ayuntamiento en esta tarea para poder hacer avisos a la población sobre las zonas más congestionadas, y analizar cómo está el tráfico y poner "nuevas herramientas de mejora de la movilidad en la propia ciudad".