La inversión extranjera en Catalunya ha alcanzado durante el 2016 los 4.857 millones de euros, lo que representa una disminución del 1,3% en relación con el año anterior, después de registrar un crecimiento del 57,8% durante el 2015. Si se observa la inversión en un plazo de cinco años (tal como recomienda el Ministerio de Economía), la inversión extranjera ha aumentado un 32,1% entre 2011 y 2016 en relación al quinquenio 2007-2011.
Según los datos que ha publicado hoy el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, la economía catalana concentra el 20,7% del total de inversión extranjera que llega al Estado español, sólo por detrás de la Comunidad de Madrid, que atrae el 46,7% de la inversión extranjera en España y ha registrado un crecimiento del 6,3% interanual.
Al conjunto de España, la inversión extranjera llegó en el 2016 a los 23.476 millones de euros, un 1,2% menos que durante el año anterior. En el 2016, la inversión española directa total en el extranjero sumó 33.767 millones de euros en términos brutos (un 23% menos que en el 2015) y 28.707 netos (caída del 1,2%).
El destino principal de la inversión productiva española fue Reino Unido, con 8.601 millones de euros (37% del total y aumento del 126%), serie de los Estados Unidos, con 2.315 millones (10% del total y caída del 80%), y Países Bajos, con 2.058 millones (un 8,8% e incremento del 195%).
En general, en el 2016 aumentó la inversión española dirigida a la UE y disminuyó hacia otras zonas geográficas, como Latinoamérica y los países del OCDE. Los principales sectores a los cuales se dirigieron las inversiones españolas en el extranjero en el 2016 fueron: comercio al por mayor e intermediación de comercio, servicios financieros, fabricación de otros productos minerales no metálicos, construcción de edificios y actividades inmobiliarias.
Estados Unidos, al frente
En las inversiones productivas, los principales países de origen fueron Estados Unidos, con 4.968 millones de euros (21,2% del volumen total y un incremento del 126%), serie de Luxemburgo (2.474 millones, 10,5% del total), Países Bajos (2.231 millones, 9,5% del total) y Alemania (2.211 millones, 9,4% del total). Los países del OCDE acaparan el 85% de las inversiones, con un aumento del 4,5%, mientras que las procedentes de la UE (50% de los flujos) han bajado un 21%. Los fondos de Latinoamérica, que representan el 10% del total, aumentaron un 14%.
Los principales sectores de destino de la inversión productiva extranjera fueron suministro de energía eléctrica y gas, con 4.071 millones (17,3% del total y un aumento del 10,1% sobre 2015), serie de actividades inmobiliarias, con 3.223 millones (13,7% del total y un 11,2% de incremento), y servicios financieros, con 1.823 millones (7,8% del total y crecimiento del 242%). Por detrás, se sitúan actividades auxiliares a los servicios financieros e ingeniería civil y construcción de edificios. Este último ocupó en el 2015 el primer lugar de la clasificación, con 4.551 millones.
Inversión en el exterior
En el 2016, la inversión española directa total en el extranjero sumó 33.767 millones de euros en términos brutos (un 23% menos que en el 2015) y 28.707 netos (caída del 1,2%). La inversión productiva (descontadas ETVE) llegó a los 23.448 millones brutos (-43,2%) y 19.733 millones netos (-29,2%). Estas disminuciones se deben al efecto estadístico provocado por operaciones puntuales y extraordinarias contabilizadas en el 2015. La inversión bruta total se mantiene en los mismos niveles de la media de los últimos cinco años y en términos netos casi se duplicó con respecto a la media de los últimos cinco años, según Economia.
La destino principal de la inversión productiva española fue Reino Unido, con 8.601 millones de euros (37% del total y aumento del 126%), serie de Estados Unidos, con 2.315 millones (10% del total y caída del 80%), y Países Bajos, con 2.058 millones (un 8,8% e incremento del 195%). En general, en el 2016 aumentó la inversión española dirigida a la UE y disminuyó hacia otras zonas geográficas, como Latinoamérica y los países del OCDE.
Los principales sectores a los cuales se dirigieron las inversiones españolas en el extranjero en el 2016 fueron: Comercio al por mayor e intermediación de comercio, servicios financieros, fabricación de otros productos minerales no metálicos, construcción de edificios y actividades inmobiliarias.