Conocido por ser uno de los altavoces del mundo empresarial independentista, Joan Canadell es, en realidad, ingeniero industrial de profesión. Es también empresario y co-fundador de Petrolis Independents y del Cercle Català de Negocis (CCN), y después de una larga carrera profesional en cargos directivos de grandes empresas, ahora da el salto a la presidencia de la joya del empresariado catalán, la Cambra de Comerç de Barcelona, y ocupará la silla que durante más de 17 años ha calentado a Miquel Valls cuando se constituya el nuevo pleno cameral, a principios de julio.
Con respecto a su currículum político, forma parte del secretariado del Assemblea Nacional Catalana (ANC), pero explica a El Nacional que él antes no era independentista, hasta que, dice, "se dio cuenta de que el Estado no protege los intereses de las empresas catalanas, más bien al contrario". Desde este momento, el nuevo presidente de la Cámara empezó a hacer país. Primero con la co-fundación del Cercle Català de Negocis, y más tarde, en el 2014, se asoció con Jordi Roset para constituir Petrolis Independents, su negocio actual, que cuenta con ocho gasolineras y una cifra de negocios de unos 12 millones de euros.
Canadell ha sido también uno de los principales impulsores de la candidatura ganadora a los comicios camerals, Eines de País, con la voluntad inicial de hacer de la Cámara "una estructura de Estado". Canadell era candidato para el epígrafe 8.2 de Comercio y reparaciones, con la sociedad Iniciatives Canadell S.L, y asegura que "en el sector de intermediarios y agentes comerciales nos hace falta estar al día de los cambios tecnológicos que transforman continuamente nuestro trabajo y también conocer las potencialidades de internacionalizarnos en una economía cada vez más global. La Cámara tiene que poner herramientas al alcance de los empresarios para facilitar estas tareas".
"El empresariado es más independentista que el pueblo"
Cuando Canadell habla de empresarios e independencia, siempre explica que el año 2014, cuando se hizo por primera vez el referéndum no vinculante del 9-N, todas las instituciones empresariales como Pimec, Cecot, la Cambra de Comerç y otros, hicieron encuestas a sus afiliados para saber como eran las opiniones sobre las cuales tenía que estar Catalunya. "Y todas, absolutamente todas, dieron una mayoría a favor de la independencia, algunas con más votos que de otros, pero más del 50% todas. Y en contra era mucho poco, un 10% o 15%".
"También había una parte de empresarios, como es lógico, que decían que teníamos que hacer un encaje con España, pero no eran la mayoría. Eso no se ha vuelto a hacer pero creo que si se hiciera ahora todavía saldría más gente, porque en aquel momento todavía no estaba la mayoría que ahora hemos visto en las urnas. A nivel de asociaciones empresariales, en general en Catalunya todas están a favor. El empresariado catalán es más independentista que la mayoría de los catalanes," explicaba en una entrevista a El Nacional.
De ideas políticas claramente marcadas y una trayectoria que va desde la gran empresa como Procter & Gamble hasta Petróleos Independientes, ahora Canadell asalta a la presidencia en la Cámara, aquella que hasta ahora había sido a manos del establishment. En palabras suyas, "la revolución en la Cámara no es sólo política, sino también de clase".