La incertidumbre por el sustituto de Nissan en Barcelona es total y todo parece indicar que no sabremos el nombre del ocupante de las tres plantas hasta el año que viene. Ante esta circunstancia, la Cambra de Barcelona ha instado en los miembros de la mesa de reindustrialización a cerrar cuanto antes posible una alternativa a Great Wall Motors (GWM), después de que esta semana el fabricante de automóviles chino decidiera abandonar la carrera para instalarse a la planta de la Zona Franca.
De hecho, en todo eso se suma que la semana pasada Nissan ya cerró sus líneas de producción en la Zona Franca y el 31 de diciembre abandonará definitivamente las tres plantas después de 40 años en funcionamiento, materializando uno de los golpes más duros en la industria catalana de las últimas décadas. Concretamente, el cierre tendrá amplias repercusiones en el tejido empresarial, en el mercado de trabajo y en el conjunto del sistema económico de la provincia de Barcelona y Catalunya.
De hecho, según un estudio de la Diputación de Barcelona publicado a finales de 2020, se han identificado hasta 78 centros de trabajo de 69 empresas proveedoras que se verán afectadas por el cierre y que están repartidas en 37 municipios de la demarcación de Barcelona, principalmente el Barcelonès, el Vallès Occidental y el Baix Llobregat.
Como ya se ha dicho muchas veces, el cierre afectará a unos 3.000 puestos de trabajo en empresas proveedoras en la provincia de Barcelona, que se suman a los 1.400 trabajadores directos de Nissan, en total se sumarán unos 4.400 puestos de trabajo afectados. En estos habría que sumar los más de 20.000 puestos de trabajo indirectos e inducidos que habría en riesgo. Por eso la Cambra reclama que la reindustrialización se identifique como una "prioridad inexcusable por parte de todas las administraciones".
Los incentivos no fueron suficientes...
En este sentido, la Cambra lamenta que la mesa de reindustrialización no propusiera incentivos suficientes para convencer GWM para desembarcar en Barcelona. Al mismo tiempo, recuerdan que con el cierre definitivo de las plantas de Nissan en la esquina, la situación requiere centrar ahora todos los esfuerzos a aprobar una alternativa que pueda salvar el máximo de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
Como ya se sabe entre las opciones que se pelean a hora de ahora encontramos el hub de electromovilidad liderado por empresas catalanas especializadas en movilidad sostenible, así como proyectos de empresas extranjeras como el de la australiana Goodman, que quiere levantar a los terrenos de la planta un gran espacio logístico, o el de la belga Punch, que también querría fabricar vehículos eléctricos.
Por último, la Cambra recuerda que del proyecto que se acabe seleccionando dependerá el grado de impacto económico definitivo que ocasionará el cierre de Nissan, ya que para garantizar la continuidad de algunos de los puestos de trabajo de Nissan y de sus empresas proveedoras hay que esperar a concretar los proyectos de reindustrialización que hay sobre la mesa.