Poco después de saberse que el Gobierno retira las inversiones para ampliar el aeropuerto del Prat, la presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca, ha asegurado que la decisión de abandonar los planes de inversión de 1.700 millones de euros para ampliar el Prat es "una medida de presión". En este sentido Roca ha considerado que, a pesar del anuncio del Gobierno todavía "hay margen" de negociación hasta el 30 de septiembre para intentar revertir la situación y recuperar las inversiones.
La presidenta de la Cambra también ha lamentado que "una vez más", el Gobierno haya tomado una "decisión unilateral" en vez de negociar y dialogar con el Govern. Con todo, la presidenta de la Cambra recuerda que el DORA era una "oportunidad" para desarrollar un plan director donde, conjuntamente, los gobiernos catalán y español habrían podido incidir en cuestiones como las exigencias medioambientales y en las necesidades del territorio hacia el aeropuerto. Roca también ha aprovechado el momento para volver a reclamar el traspaso de la gestión del aeropuerto del Prat a la Generalitat.
Otro de los temas que Roca ha querido destacar a raíz de la retirada de las inversiones es su posible afectación en la mesa de diálogo, ya que la presidenta de la Cambra ha asegurado que tendría que ser uno de los puntos a debatir en la mesa de diálogo que se celebrará la semana que viene, aunque la mesa que se tiene que reunir en los próximos días no se constituyó para negociar cuestiones como las infraestructuras.
A favor de la ampliación
Hay que recordar que la Cambra de Barcelona es uno de los agentes económicos del país que ha posicionado a favor de la ampliación del aeropuerto, de hecho fue uno de los impulsores del acto que se celebró en Esade este mismo año y el pasado agosto ya celebró el acuerdo entre la Generalitat y el Estado para la ampliación del Aeropuerto de Barcelona.
En un comunicado, la Cambra aseguró que el acuerdo, ahora roto, permitiría que el Prat se convirtiera en una infraestructura clave para la economía catalana en devenir un hub de vuelos intercontinentales. Ahora bien, la Cambra también tiene una línea roja y es el impacto ambiental de la ampliación. Concretamente valora positivamente que las obras busquen el mínimo impacto medioambiental posible sobre el espacio de La Ricarda y que tengan que contar con el visto bueno de la Comisión Europea.
Al mismo tiempo, la corporación también veía con muy buenos ojos que el acuerdo contemplara la construcción de estaciones de tren de alta velocidad en los aeropuertos de Girona y Reus conectadas con Barcelona, una medida que la Cambra había reclamado con el objetivo de avanzar hacia un modelo aeroportuario que cohesione el territorio, y al mismo tiempo, poder descongestionar El Prat de vuelos de medio o corto radio y sustituirlos por vuelos de largo radio.