Las Cambres de Comerç de Catalunya hace meses que están trabajando con diferentes profesionales de primer nivel del sector de los microchips y semiconductores para llevar|traer a Catalunya una planta de fabricación de semiconductores en Catalunya. Todo porque consideran que la industria de los microchips y de los semiconductores es un sector estratégico y de un interés potencial para la economía y el desarrollo del país. Este anuncio de las Cámaras llega a la vez que el anuncio del Gobierno de un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) dotado con 11.000 millones de euros provenientes de los fondos europeos Next Generation EU para atraer inversión en el desarrollo de esta industria, lo cual han celebrado enérgicamente.
La iniciativa con la cual han trabajado las Cámaras se llama FabCat y tiene como objetivo participar de forma activa en la promoción de Catalunya como ubicación de alguna de las fábricas de semiconductores que se tienen que construir en la Unión Europea a raíz de la apuesta European Chips Act. La redacción del proyecto ha contado con el apoyo de las Cámaras de Comercio de Barcelona y Girona, las universidades de Catalunya (UdG, UAB, UB, UPC y URV), centros de investigación y desarrollo como el Instituto de Microelectrónica de Barcelona y EURECAT, empresas suministradoras y grupos de voluntarios coordinados por el Tecnoateneu de Vilablarteix.
El plan anunciado, aseguran las corporaciones en un comunicado, pone en evidencia que Catalunya tiene el conocimiento tecnológico y la pericia de los recursos humanos fuertemente implicados en el diseño y la aplicación de la tecnología de los microchips y la disponibilidad de los medios materiales y del terreno industrial con los requerimientos más exigentes para poder acoger un gran proyecto de fabricación de semiconductores. En conjunto, FabCat y su grupo promotor tienen como fin contribuir a la reindustrialización de Europa y a la recuperación de una parte relevando del mercado global de semiconductores. Esta propuesta, ya se ha hecho llegar a las principales conselleries del Govern y también al Ministerio de Industria, Secretaría General de Industria del Gobierno.
Europa en debilidad
La escasez de componentes electrónicos ha sido al orden del día durante los últimos meses y es una de prioridades estratégicas para fortalecer el continente europeo en el reto tecnológico y digital en el cual estamos inmersos. De hecho, una parte sustancial del tejido empresarial, aquellos que tienen más relación con la electrónica como la automoción, se ha visto obligada a recortar su producción o a repensar el diseño de sus productos por falta de un componente tan extensamente necesario como los circuitos integrados.
Esta escasez se ha visto acentuada especialmente en Europa dado el reducido número de fábricas productoras de estos circuitos, y dado que la fabricación a escala mundial se concentra principalmente en el Extremo Oriente y en los Estados Unidos. Es por eso, que ante esta dinámica, es primordial que el conjunto de los países europeos utilicen la apuesta de los fondos Next Generation para romper esta dependencia, fijando el objetivo de pasar de una producción que escasamente llega al 9% de la producción mundial a un 20%.