Ante el grave incremento del número de contagios registrados durante las últimas semanas por la variante ómicron, Aigües de Barcelona ha reactivado el confinamiento de trabajadores, de momento a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Besòs, tal como se hizo al inicio de la pandemia, para garantizar la continuidad del servicio esencial del ciclo integral del agua.

Esta medida, aparte de asegurar que el funcionamiento de las infraestructuras no se vea alterado, tiene como objetivo prioritario velar por la seguridad y la salud de los trabajadores que, de forma voluntaria, mantienen presencia permanente desde el 4 de enero en las instalaciones de la planta depuradora del Besòs. Para asegurar la máxima confortabilidad, la compañía ha instalado autocaravanas y les garantiza todos los medios y servicios que pueden necesitar durante la estancia en la planta.

Además de esta iniciativa, Aigües de Barcelona ha definido un protocolo estricto para garantizar la seguridad de las instalaciones y la salud de los trabajadores confinados a través de tests de antígenos continuados, el uso de mascarillas FFP2 y de equipos de protección individual (EPI), la desinfección de caravanas e instalaciones, así como la restricción de acceso de proveedores al recinto.

Estas medidas se suman a las ya planteadas para el resto de trabajadores y trabajadoras de la compañía, como la priorización del teletrabajo, el uso obligatorio de mascarillas o la realización en continuo de tests de antígenos. De hecho, Aigües de Barcelona realizó, durante el año 2021, un total de 7.000 tests a sus profesionales.

El objetivo, garantizar la normalidad y la calidad del servicio para que el agua siga llegando a casi 3 millones de habitantes del área metropolitana de Barcelona.