A expensas de lo que acabe haciendo Murcia, de momento, tan sólo dos comunidades autónomas no cuentan con el impuesto de Patrimonio: el Madrid d'Isabel Díaz Ayuso y, próximamente, la Andalucía de Juanma Moreno tal como él mismo se ha encargado de anunciar esta semana. A partir de aquí, enmarcados en una crisis económica y a las puertas de unas elecciones municipales y generales para el 2023, el Partido Popular ha cogido el argumentario de la vía recaudatoria para entrar en un cuerpo a cuerpo con los socialistas y seguir con la política de la confrontación con Catalunya. En este último aspecto, el mismo presidente de la Junta Andaluza afirmó que quería atraer el capital catalán con la supresión del impuesto de patrimonio. Ahora, podría ser otra comunidad del PP que competiría para ser la tercera en anunciar esta supresión: Galicia, si no se avanza Murcia y su presidente, Fernando López Miras, que ha aceptado la vía de estudio para retirarlo.
Este jueves, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha asegurado que no ha recibido "instrucciones" de su antecesor y ahora líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en materia fiscal, y también ha señalado que no se siente "nada presionado" por las recientes bajadas de impuestos anunciadas por compañeros de partido en otras autonomías. Los cantos de sirena que suenan desde Galicia es que Rueda podría está acondicionado al efecto tsunami de otros populares y de la influencia directa que da Feijóo sobre él. Sin embargo, Rueda ha saludado las bajadas de impuestos y ha vuelto a insistir en que la comunidad tiene "una ruta propia" fiscal, que va en beneficio de los ciudadanos gallegos, como anteriormente hizo su antecesor, Núñez Feijóo.
Sin confirmar ni desmentir la idea de suprimir este impuesto, sí sigue la línea editorial del PP: políticas liberales y rebajar la fiscalidad de la ciudadanía gallega. De esta manera ha recordado que desde el 2009, Galicia ha hecho rebajas fiscales por 1.200 millones de euros, "que se dice pronto", ha subrayado. También ha mostrado su intención de seguir favoreciendo las rentas más vulnerables por esta vía, principalmente en el tramo autonómico de IRPF.
Recortar la presión fiscal
Por otra parte, el presidente gallego ha señalado que el 99,9% de los gallegos está exento del impuesto de sucesiones, que el de patrimonio está bonificado en un 25% y que el próximo año se equipararán en cuestiones fiscales las familias con dos hijos que tengan tres, es decir, en las numerosas. En cualquier caso ha insistido en que la semana que viene comparecerá en el Parlamento autonómico para avanzar las líneas generales de los presupuestos del año que viene, cuyo proyecto de ley estará aprobado y será remitido a la Cámara en plazo, antes del 20 octubre.
"El mensaje fundamental es que no nos sentimos influidos por lo que haga nadie, sino por lo que conviene a los gallegos", ha afirmado Rueda, que ha destacado la necesidad de "compasar" las rebajas fiscales con la prestación de servicios públicos de" calidad". Si vemos el ranking por comunidades, Galicia está en quinta posición en cifras absolutas recaudadas por este impuesto: más de 66 millones de euros.
En su intervención, Rueda también ha recordado al gobierno central la "capacidad fiscal" de las comunidades autónomas, que ejercen "como creen mejor", y por eso ha declinado opinar sobre las "rectificaciones" que los integrantes del Ejecutivo se hacen entre sí cuando hablan de recentralizar impuestos.
En paralelo, el Gobierno estudia imponer un nuevo impuesto a las grandes fortunas que tendría que entrar en vigor el próximo 1 de enero de 2023. La noticia la ha dado entre los pasillos del Congreso de los Diputados y de forma totalmente espontánea, a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero: "El gobierno está trabajando" en línea con la propuesta de Unidas Podemos. Y ha añadido: "Tenemos que gestionar esta crisis de una manera diferente al Partido Popular y es necesario pedir un mayor esfuerzo a los que tienen mayores beneficios, rentas o patrimonio, por proteger la clase media, trabajadora y vulnerable del país".