Manuel Báez es un apasionado del deporte desde pequeño. Vive de y por él. Con tan solo 13 años, se apuntó a boxeo y se adentró en el mundo del culturismo y el rugbi. Con lo justo para vivir, se ha convertido en emprendedor a sus 25 años. De dar clases en la calle y a la orilla del Besòs a montar su propio gimnasio. Con sacrificio y sin vacaciones. Con ambición y también con y sin miedos. Se ha dejado la piel por su centro Your Best Version. Una marca que es toda una declaración de intenciones.
¿Por qué decidiste emprender?
Siempre me ha gustado mucho el deporte. Al comienzo, quedaba con mi grupo de amigos para entrenar. Pasamos de quedar una vez por semana a dos, tres... Y se convirtió en un hábito. Conseguí entrenar de forma funcional y adecuada. Estudié un grado superior de actividades físicas y cuando acabé, me animé a montar algo con un compañero. Empezamos como autónomos y dábamos clases en la calle y a la orilla del río Besòs. Luego nos separamos y decidí abrir un local por mi cuenta. Lo tengo desde principios de año y ya tengo unos 110 clientes al mes.
¿Cómo lo has conseguido?
Antes de montar el local, fui a un banco para pedir un préstamos y me dijeron que Trinijove me podía ayudar. Acudí a ellos para saber hacia donde tirar. David [coordinador del Servicio de Creación de Empresas] hizo preguntas y me asesoró y yo lo tenía muy claro. Quería abrirlo sí o sí. A mi manera ya tenía montado un plan de empresa. El apoyo de David y el equipo de Trinijove ha sido fundamental para mi empresa. Tenía algunos ahorros de las clases que ya había hecho y gracias al certificado de Trinijove pude pedir un préstamo a MicroBank de la Caixa. Cuando me dijeron que el proyecto era viable, tuve miedo y dudé en echarme para atrás.
Quería dar una oportunidad que yo no había tenido: experimentar lo mismo que un atleta olímpico
Pero no lo hiciste.
Quería dar una oportunidad a la gente que yo no había tenido: experimentar lo mismo que un atleta olímpico o de elite en sus entrenos. Desarrollarse a nivel físico, alimentario y personal.
Ponme un ejemplo.
Me dedico al entrenamiento funcional y a la motivación. Todo lo que sea emplear tu cuerpo. Si miras una película, puedes ver a Rocky Balboa boxeando. Si abres la tele, puedes ver movimientos olímpicos. Si vas a la playa, puedes ver a gente haciendo piruetas. Que no se diga que todo esto es imposible.
¿Tus alumnos lo consiguen?
Un hombre de 55 años quería hacer dominadas y nunca las había hecho. Decía que estaba mayor y que ya no lo conseguiría. Pero en unos tres meses ha conseguido hacer más de una, dos y tres. La gente es muy agradecida cuando lo consigue y el esfuerzo da sus frutos.
He pasado de ser un estudiante y un atleta a preocuparme por el papeleo
Y tú, ¿como te sientes?
El balance es muy positivo pero estoy sacrificando mucho. Como cada persona que decide abrir su negocio. He pasado de ser un estudiante y un atleta a convertirme en una persona preocupada por el papeleo. Con suerte, entreno cada semana o cada dos. Lo he sacrificado todo, no descanso desde hace mucho y no haré vacaciones. Pero la recompensa es ver como la gente se va superando.
¿Te ves aquí dentro de unos años?
Cuando empecé este proyecto quería cambiar el mundo y dejar mi paso por esta vida. Esta es la manera como lo he conseguido. Intento cambiar hábitos de vida deportiva y alimentaria y mi intención es alargarlo todo lo posible. Quiero hacer el Gold's Gym de los Estados Unidos pero a mi manera y a mi estilo.
¿Qué has echado de menos en todo este camino?
Más ayudas a los jóvenes emprendedores. Por parte del Estado, solo he visto impuestos y más impuestos. Sin la ayuda de Trinijove o la ayuda de mi madre, no hubiera podido abrir este negocio. No tenía para pagarme la comida o mi propia casa. De hecho, al comienzo estaba perdiendo dinero con los impuestos. Si no hubiera pedido el préstamo pasado de rosca, no hubiera tenido ni para mantenerme los tres primeros meses. Además, para legalizarlo todo he tenido que moverme muchísimo. No ha sido nada fácil.
Si crees que tu proyecto vale la pena y estás dispuestos a sacrificarlo todo, adelante
¿Qué consejo le darías a alguien que empieza?
Este mundo es de los valientes. Si no eres valiente, el mundo te come. Si crees que tu proyecto vale la pena y estás dispuesto a sacrificarlo todo, adelante. Con el miedo no se va a ningún lado. Hay que echarle muchas ganas. Hay que trabajarlo y buscarlo.