Todos sabemos los problemas que tendremos para cobrar la pensión que nos merecemos. El Gobierno es consciente y sabe que es uno de los grandes asuntos complicados que hay sobre la mesa. De momento, han dado luz verde a la reforma del sistema de pensiones, que actualiza las pensiones contributivas en función del IPC y que intentará acercar la edad efectiva de jubilación (64,6 años) a la edad legal mediante un endurecimiento de las jubilaciones anticipadas y dará más incentivos al retraso de la jubilación.

Una de las medidas más controvertidas es que el ejecutivo de Pedro Sánchez apuesta por la llegada de 10 millones de inmigrantes como una de las soluciones para garantizar el cobro de las pensiones. El economista Marc Masmitjà i Pujol explica y cuestiona en ElNacional.cat el nuevo sistema español y pone a la luz todos sus puntos débiles.

¿Cómo se estructura la reforma?

En primer lugar, el Estado pasará parte del déficit de la Seguridad Social, unos 23.000 millones de euros, a los PGE (Presupuestos Generales del Estado). Pero eso, según Masmitjà, no arregla el problema. "El déficit seguirá siendo lo mismo. La única cosa que cambia es que en lugar de financiarse con cotizaciones sociales, que tienen que tener un retorno en la jubilación por lo que las paga, se financiarán con impuestos, que no tienen retorno en la jubilación", explica.

En segundo lugar, el gobierno de Sánchez volverá a indexar las pensiones en el IPC (Índice de Precios al Consumo) y eliminará el factor de sostenibilidad, cosa que conjuntamente supondrá aumentar el déficit público en un 5% del PIB. Otra medida, a su entender, contraproducente.

Paralelamente, también ha tomado varias medidas. Entre ellas, se darán incentivos para alargar la edad de jubilación, lo que significa que tendrás que trabajar más. Eso supondrá la recuperación de 1% del déficit en el cual se incurrirá. Además, se hará una nueva reforma en una segunda fase en los próximos años y se recuperará un 1% del déficit.

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Una pareja de jubilados / Pixabay

La inmigración, la solución

Así pues, el 3% restante del déficit el Gobierno lo piensa recuperar con la entrada de 10 millones de inmigrantes legales hasta el 2050 que vengan a trabajar y que aporten al sistema. Eso supone la entrada de 330.000 inmigrantes legales que trabajan cada año.

Para Masmitjà, Sánchez es demasiado optimista: "Eso es como hacer tu presupuesto de ingresos anuales y dar por seguro que te tocará la lotería", replica.

La debilidad del sistema español

¿Cuáles son las grandes deficiencias del sistema español? El gran problema es que el sistema actual se basa en la solidaridad intergeneracional, es decir que los trabajadores actuales pagan las pensiones de los jubilados, por lo tanto, cuando pagas a la seguridad social no estás asegurando tu pensión, simplemente estás pagando la de generación anterior, y serán los trabajadores futuros los que paguen la tuya.

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El sistema de pensiones español, en situación crítica / Pixabay

A priori el concepto funciona, pero tienes que tener una sociedad homogénea a escala generacional, cosa que no ha pasado en España, ya que la generación del baby boom son muchos más que los millennials o la generación Z, por lo tanto dentro de 15 años, cuando los nacidos entre 1950 y 1970 estén jubilados por completo el sistema sufrirá porque querrá decir que el 30% de la población serán jubilados si no cambian mucho las cosas porque si no lo que pasará es que el sistema perderá el equilibrio y se hundirá. Además hay que recordar que los primeros baby boomers se empezarán a jubilar dentro de cinco años, por lo tanto, es un problema que se tiene que empezar a solucionar inmediatamente.

Imagen principal: El economista Marc Masmitjà y Pujol / Mar Acero