La presidenta de Baleares, Marga Prohens, ha visibilizado el apoyo del nuevo gobierno autonómico a la celebración de la Copa del Rey Mapfre de vela en la isla de Mallorca.

La celebración de esta competición, uno de los eventos más esperados del verano mallorquín, ha concluido su 42 edición con gran éxito de asistencia, pues numerosas personalidades, tanto del deporte como de la vida social, han desfilado por el Real Club Náutico para participar de esta cita deportiva que, año tras año, se celebra en la bahía de Palma.

La líder regional de los populares ha dejado patente con su presencia el apoyo a la celebración deportiva e incluso ha manifestado que no concibe "un Govern que dé la espalda a todo esto” a la vista del “impacto económico y, sobre todo, el impacto social que tiene esta competición para las islas”.

Prohens considera que es muy importante “dar visibilidad a los valores del deporte, como el trabajo en equipo y la disciplina” y también para impulsar un tipo de turismo más enfocado hacia la excelencia y la sostenibilidad, entre otros aspectos. “Baleares es mucho más que sol y playa, las islas son cultura, deporte, tecnología, calidad, oportunidades, empleos, transición energética, naturaleza y son el mar”, dijo en una comparecencia pública.

Fuentes de su entorno destacaron que la antecesora en el cargo, Francina Armengol, no participó de forma activa en las ediciones que se celebraron durante sus ocho años de gobierno y solo se la pudo ver en algunas entregas de premios o durante su último año de mandato en 2022 con motivo de la obtención del certificado de huella de carbono. En esa fecha se cumplía el 40 aniversario de la regata y la Copa del rey de Vela se convertía en la primera competición de estas características del mundo en obtener el certificado de huella de carbono validada.

Por su parte, la actual presidenta, Marga Prohens, ha vuelto a volcarse en el evento deportivo y se ha hecho habitual con su presencia en el Real Club Náutico de Palma, donde se la ha podido ver conversando con regatistas, tripulaciones y armadores, además de departir con el Rey Felipe VI y desear suerte a todos los participantes.

UN TORNEO DE PRESTIGIO

La Copa del Rey Mapfre de vela se ha reactivado en su 42 edición como un referente deportivo, al atraer a visitantes de todo el mundo y ofrecer una experiencia nueva en cada una de sus actividades. Una intensa agenda social que ha recuperado, además, su tradicional cena en el emblemático Castillo Hotel Son Vida.

La cita mallorquina reunió la semana pasada a los armadores y patrones de los más de 100 barcos participantes para disfrutar de una velada en el icónico Balcón de Mallorca, un acontecimiento que realza la importancia de esta regata no solo en el ámbito deportivo, sino también en el social y cultural de Mallorca.

Una vez concluida la Copa del Rey Mapfre de vela 2024, el rey Felipe VI presidió la tradicional ceremonia de entrega de trofeos en Ses Voltes, a los pies de la catedral de Mallorca, acompañado de Margalida Prohens, así como de otras autoridades locales civiles y militares, del Real Club Náutico.

Una entrega de premios, en la que el Aifos el barco que el Rey ha patroneado quedó en segundo lugar, por detrás del Teatro del Soho Altavista de Javier Banderas, ganador en la clase Watches of Switzerland ORC 0, los barcos de mayor eslora.

A pesar de que Felipe VI empezó a participar de esta competición en 1984, con tan solo 16 años, no había levantado el trofeo que lleva su nombre hasta el pasado año y fue en 2014 cuando participó en la regata por primera vez como Rey de España.

Ahora su ilusión es que su hija, la princesa Leonor, siga vinculada a la vela y compita a bordo del Regulus en Mallorca, el nuevo barco de la Armada inscrito en esta competición, y poder así continuar con la tradición náutica que sigue la Familia Real desde hace generaciones.

La historia de la Copa del Rey Mapfre es la crónica de la mejor vela de alta competición de España y el Mediterráneo. La prueba se ha convertido en una cita de primer orden en el calendario deportivo mundial y este año ha culminado siguiendo con su vocación de superarse día a día. En su primera celebración, que tuvo lugar en 1982 participaron alrededor de 50 embarcaciones: 35 españolas y el resto extranjeras.

En la edición que ahora acaba de finalizar, cuarenta y dos años más tarde, han participado más de 120 equipos de 23 nacionalidades distintas. Una regata que ha llegado a lo más alto el plano de la náutica de competición, no sólo por la cantidad de participantes sino también por su calidad.

La vela es una de las disciplinas que más alegrías ha dado al deporte nacional, tal y como demuestra el reciente oro ganado en las Olimpiadas de París y, también, es uno de los deportes más vinculado al olimpismo balear. Precisamente, París fue el primer escenario donde un mahonés Antoni Vela, en el año 1900 hizo historia al representar por primera vez a las Islas en unos Juegos. Noventa y dos años más tarde, Jordi Calafat logró el primer metal en Barcelona. Y además, fue también oro.