Tradicionalmente el mundo de las TIC, las tecnologías de la información y la comunicación, ha sido relacionado con hombres, por eso ya hace siete años que el Gobierno otorga los premios DonaTIC con el fin de visualizar y fomentar este sector entre las mujeres. Este año uno de estos premios, concretamente el de la categoría de estudiante universitaria, galardón que se da para reconocer la trayectoria estudiantil, ha sido para Marta Bertran (Prats i Sansor, la Cerdanya, 1996), que actualmente se encuentra haciendo su trabajo de final de máster a la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés).
Pocas horas después de que le otorgaran el galardón, Bertran concedió una entrevista a este medio para explicar su trayectoria universitaria hasta el momento, de sus planes de futuro y también de su vida personal durante estos años. Solo empezar la conversación, reconoce que, efectivamente, hay muy pocos referentes femeninos por aquellas chicas que quieren adentrarse en el mundo de las TIC y reconoce el buen trabajo de los premios, porque permiten visibilizar a las mujeres en el sector y ayudan realmente a crear referentes de cara a las generaciones futuras.
Si nos remontamos al pasado, nos reconoce que decidió adentrarse en este mundo porque las asignaturas que más le gustaron a la escuela fueron las más técnicas, matemáticas, física, tecnología, etc.
Eso la llevó, a la hora de escoger una carrera, a decantarse por una ingeniería y más concretamente en un grado que combinaba la parte más técnica y la gestión, ya que admite que no se veía haciendo una carrera en un aula con muchos hombres. Ahora bien, después de un año se acabó lanzando a la piscina para centrarse completamente en la ingeniería telemática, de lo que se acabó graduando en el 2019 por La Salle-URL.
Máster en los países nórdicos
Una vez acabada la carrera, Bertran decide cursar un máster, concretamente un doble máster el Instituto Europeo de innovación y tecnología (EIT). Concretamente el grado escogido fue sobre Infraestructuras de nube y de red con una mención en Innovación. Este máster, sin embargo, la llevó fuera de Catalunya, primero en el Instituto Real de Tecnología KHT de Estocolmo y después en la Universidad de Aalto, en Helsinki.
Aquí se produce uno de los momentos claves de la vida estudiantil de Bertran, y uno de los motivos de peso por los cuales ha recibido el premio DonaTIC, y es que a la hora de hacer el trabajo de final de máster (TFM), que también incluye unas prácticas, decidió presentarse a una de las plazas que cada año el CERN ofrece por hacer estas prácticas con un trabajo sobre la integración de los supercomputadores en la grid del acelerador de partículas del CERN, dicho y hecho, ahora Marta Bertran, desde este mes de enero vive a Francia, a tocar con la frontera con Suiza, donde estará, como mínimo, hasta finales de este año, cuando presentará el suyo TFM.
¿Ahora bien, que hace en el CERN Bertran? Pues actualmente se encuentra en el equipo de software de uno de los cuatro experimentos que actualmente realiza el centro, concretamente en el ALICE, que tiene como objetivo hacer chocar iones con el objetivo de ver su reacción. Dentro de este gran experimento, que está en marcha desde 1993, Bertran se encarga de poner la infraestructura a disposición de los físicos para que puedan extraer las conclusiones para el experimento.
Pasado en el BSC y en la clínica Guttmann de Barcelona
Antes de emprender la aventura internacional, que lo ha llevado a vivir en tres países diferentes con sólo 25 años. Bertran estuvo un año trabajando en la Barcelona Supercomputing Center (BSC) como ingeniera júnior dentro del Grupo de flujos de trabajo e informática distribuida, una experiencia, según nos relata, clave para llegar a trabajar en el CERN.
Al mismo tiempo, toda trayectoria tiene puntos de complicación, en el caso de Bertran fue un accidente que provocó que tuviera que hacer una dura rehabilitación en la clínica Guttmann de Barcelona durante cuatro meses. Durante esta etapa, le preguntamos de dónde sacó las fuerzas para continuar, y Bertran relata que siempre, siempre, tuvo claro que quería seguir ido a la universidad, siempre agradeciendo la tarea de los profesionales que la ayudaron.
Durante este periodo, nos explica que para poder compaginar la rehabilitación y las clases, se cogió menos asignaturas y agradece que la universidad le adaptara el programa, entre risas nos explica que a las mañanas iba en la Guttmann y por la tarde a la universidad durante cuatro meses.
Planes de Futuro
Una persona como Marta Bertran siempre tiene en la cabeza cuáles serán sus próximos pasos, y según nos asegura, ya tiene claro lo que hará una vez presente el TFM cuando acabe el año, y es ni más ni menos que un doctorado. Concretamente explica que quiere seguir formándose y trabajando en el CERN a través de la tesis doctoral, que será a través de la UPC y con colaboración con el BSC, para acabar asegurando que trabajará fuera, pero seguirá manteniendo un pie en Catalunya.