Una recuperación económica con acento europeo que necesita valor. Pep Martorell, director asociado de la Barcelona Supercomputing Center (BSC), ha asegurado que en la gestión de los fondos europeos "falta valentía administrativa". Esta ha sido una de las ideas más importantes que ha compartido este lunes Martorell en el marco de la charla-coloquio Qui i com ens podem beneficiar dels fons europeus?, organizada por ElNacional.cat y que ha contado con las intervenciones de la secretaria de Afers Econòmics i Fons Europeus, Matilde Villarroya; el CEO de Parlem Telecom, Ernest Pérez-Mas; la directora de Financiación Europea y Asuntos Públicos, Sostenibilitat y RSC del Grup Ametller Origen, Marta Angerri; y del mismo Martorell, director asociado del BSC.

Cuando Martorell dice que falta "valentía administrativa" se refiere a la toma de decisiones. Es decir, reconoce que "hay una cantidad de dinero nunca vista y una estrategia bien hecha, alineada con la Comisión Europea". Igualmente, "falta más valentía administrativa". ¿Y qué quiere decir eso? Para el director asociado del BSC esto se puede traducir en "saltarse las convocatorias públicas". "Hay cosas que se pueden resolver haciendo un llamamiento y hay veces que los gobiernos tienen que decidir que hay que hacer esto", ha detallado. Y aquí ha llevado el debate a su campo, el de la tecnología, para asegurar que hacen falta decisiones "de arriba a abajo" para invertir en este sector. "Bruselas ha dicho que Europa tiene que recuperar su soberanía tecnológica, no puede ser que en nuestros móviles no haya ni un solo elemento europeo", ha señalado.

 

Papeleo, inversión y gasto

En esta línea, Martorell ha reclamando una normativa que permita eliminar gran parte del papeleo que requiere la gestión de los fondos europeos. "Los gobiernos tienen que poder destinar el dinero a cualquier proyecto que ya cuente con el visto bueno de Bruselas", ha concretado. Y se pregunta: "¿Por qué hace falta más papeleo? Veremos en los próximos meses una flexibilización en todo este proceso". Pero eso no deja de ser un aspecto secundario: lo importante es el qué y el cómo, y no tanto el cuándo.

La idea que plantea Martorell requiere mucho tiempo. "A mí no me preocupa la lentitud", insiste. Y es que, en cualquier caso, "lo importante es que eso sea inversión y no gasto". "Si acaban siendo lentas porque se hacen bien, ningún problema. Lo que tenemos que vigilar entre todos es que los fondos europeos no sean gasto corriente", ha explicado. El director asociado del BSC se refiere al hecho de que una empresa no tendría que poder recibir dinero de estos fondos europeos para hacer lo que ha hecho siempre, sino que tendría que hacer alguna cosa nueva para la recuperación económica.

Optimismo y futuro

Martorell es optimista, ya que "Bruselas tiene capacidad para decidir dónde invertir". "Están determinando muy claramente dónde destinar el dinero: tecnología y ecologismo", ha celebrado, ámbitos de donde será "muy difícil sacar dinero". Así pues, si sumamos el liderazgo europeo, la buena estrategia y la gran cantidad de dinero, "solo habrá que meter a la ecuación un poco de paciencia y valentía administrativa". De hecho, con respecto a la valentía no solo ha hablado de la verticalidad mencionada anteriormente, sino también de la siguiente idea: "Una pequeña parte del dinero se tiene que destinar en cosas que no sabemos si funcionarán". El director asociado del BSC se refiere a proyectos "visionarios", como "el primer chip cuántico de Europa" que acogerá próximamente el mismo BSC. "En los próximos años no tendrá efecto, pero dentro de unas décadas puede tener un impacto brutal", asegura. Entonces, "vale la pena invertir dinero en cosas locas, porque si la inversión sale bien el país puede dar un salto espectacular".

Martorell es director asociado de la Barcelona Supercomputing Center (BSC), el centro de supercomputación del estado español que está especializado en computación de altas prestaciones y que gestiona el MareNostrum, uno de los supercomputadores más potentes de Europa. Se creó el año 2005 y, desde entonces, participa activamente en las principales iniciativas europeas en computación de otras prestaciones. Todo, bajo la gestión de la Red Española de Supercomputación (RES). Además, cuenta con un equipo total de 725 expertos y profesionales en R+D, a la vez que se focaliza en los siguientes cuatro campos: ciencias computacionales, ciencias de la vida, ciencias de la tierra y aplicaciones computacionales en ciencia e ingeniería. Estas líneas de investigación se desarrollan en el marco de programas de financiación de la investigación de la Unión Europea, convocatorias públicas de investigación tanto españolas como catalanas y colaboraciones con empresas líderes.