El proyecto para la ampliación del aeropuerto de Barcelona no satisface en gran parte de la sociedad catalana. Es por eso que el próximo 19 de septiembre, más de 300 entidades sociales de todo el país se manifestarán a Barcelona para protestar contra la decisión de los gobiernos catalán y español para ampliar la infraestructura aeroportuaria catalana con el objetivo de detener la aprobación del plan en el Consejo de Ministros el próximo 30 de septiembre.
Durante la manifestación, que se hará en la calle Tarragona de Barcelona a las 12 del mediodía, las entidades organizadoras piden la participación masiva de la población catalana para "denunciar la opacidad y arbitrariedad" con las cuales los gobiernos "se están pronunciando sobre la inversión de los 1.700 millones" que implica la ampliación del aeropuerto.
En este sentido, desde la organización también apuntan que esta nueva ampliación del aeropuerto no tiene ningún tipo de justificación técnico, social, ambienta, económica y contraria al interés general de la población. Además, aseguran que el proyecto es del todo especulativo y que solo servirá para "intensificar un modelo económico injusto".
Desde la organización, que no quiere dar cifras, esperan que sea una concentración masiva y esperan recibir apoyo desde todo el territorio catalán. En este sentido, también han invitado en todos los partidos, instituciones y agentes sociales a la concentración, ya que esperan a que la movilización sea también un "clamor contra la falta de democracia y las políticas continuistas que este proyecto ejemplariza, las cuales intensifican un modelo económico injusto e insostenible".
Demandas a los gobiernos
Durante la manifestación, las diferentes entidades reclamarán 5 demandas a la clase política del país. En primer lugar la "paralización indefinida" de la ampliación de cualquier infraestructura aeroportuaria y de todos planes de crecimiento de la aviación, ya que se trata "de un modelo que favorece a grandes capitales a costa de la población y del planeta".
En segundo lugar, los organizadores reclaman redimensionar Aena que incluya el cierre de aeropuertos que ya eran deficitarios antes de la pandemia y, como consecuencia, la eliminación de los vuelos en trayectos cortos que tengan alternativa ferroviaria. La tercera demanda mira al pasado, concretamente a las compensaciones pendientes de las anteriores ampliaciones del aeropuerto de Barcelona y el puerto en respuesta al expediente de infracción abierto por la Comisión Europea.
Las dos últimas demandas reclaman impulsar diferentes políticas, concretamente sobre la soberanía alimentaria e inversiones en el Parc Agrari del Baix Llobregat e impulsar políticas proteger el derecho a la vivienda, a la salud, a la movilidad justa y sostenible, y a un trabajo digno de los catalanes a la vez que reclaman fortalecer el tejido productivo y económico interno con el objetivo de satisfacer las necesidades básicas del conjunto de la población.
Justicia climática, vidas dignas y defensa del territorio
Durante la presentación de la concentración, la organización ha comentado que esta se dividirá en tres bloques, uno dedicado a la justicia climática, un segundo dedicado a las vidas dignas y el último enfocado a la defensa del territorio.
Durante la presentación también han intervenido un miembro de cada bloque, Joana Gelabert, que forma parte de la organización "Ni un pam de terra", en representación de la defensa del territorio ha recordado que esta ampliación "es incompatible biodiversidad del delta del Llobregat", recordando que el 60% del delta ya está completamente perdido y ha sentenciado que no se creen "la promesa de las compensaciones".
Desde el bloque dedicado a la justicia climática, Maria Marcet (Xarxa per a la justicia climàtica), ha denunciado la incompatibilidad ecológica de las emisiones que genera esta nueva ampliación y ha asegurado que hacer mayor el aeropuerto no tiene sentido en un momento de emergencia climática.
Por último, Carme Arcarazo, miembro del sindicato de inquilinas, ha recordado que el modelo de Catalunya ya está basado en el turismo masivo y el tocho y ha reclamado que no se puede seguir apostando solo por este modelo económico anclado en el pasado. Y lo ha remachado asegurando que traer a 20 millones de turistas más cada año no mejorará la vida de los catalanes.