Cuando oímos hablar de récords históricos en el precio de la luz nos entra el pánico, ¿pero afectan realmente a nuestra factura? Para saberlo tendremos que descubrir en qué tipo de mercado de la electricidad estamos actualmente, ya que las oscilaciones en el coste de la luz solo tienen efecto sobre los clientes del mercado regulado.
El mercado regulado es aquel que tiene la tarifa regulada por el gobierno central, que se llama precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC). Este precio cambia cada hora y cada día según la relación de oferta y demanda entre los productores de energía y la compañía comercializadora. Entonces, cuando hablamos de los máximos históricos en el coste medio de la electricidad hablamos del PVPC, aplicable solo a los clientes de compañías del mercado regulado: los renombres comercializadores de referencia.
Mercado regulado vs. mercado libre
Para decirlo rápido y mal, las comercializadoras de referencia son aquellas que todavía están bajo control estatal, que todavía están reguladas. Son bien pocas y están bien controladas en un listado de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC): Baser, Energía XXI (de Endesa), Teramelcor, Comercializador de Referencia Energético, Régsiti, la comercializadora regulada de Naturgy y la comercializadora regulada de Iberdrola. En resumen, los clientes de estas compañías son los que sufrirán los récords históricos del precio de la luz. Actualmente, cuentan con unos diez millones de clientes por todo el estado español.
Las personas que se escapan de estos incrementos extremos en el coste de la electricidad son aquellas que han contratado con el mercado libre. Aquí el precio lo fija la empresa, lo publicita y lo pone en el contrato. De esta manera, el cliente siempre tiene el mismo precio hasta que se acaba la relación contractual y se renueva, con un coste que puede ser diferente del original.
El bono social y la seguridad en la factura
Las comercializadoras 'libres' son las que surgieron a raíz del proceso de liberalización iniciado en 1997 y actualmente son más de cien en toda España: Endesa, Naturgy o Iberdrola tienen sus propias comercializadoras del mercado libre. También podemos hablar, por ejemplo, de las catalanas SomEnergia, Holaluz o Catgas. Unos 17 millones de clientes tienen sus contratos en este mercado.
Así pues, las personas del mercado libre se ahorran los picos en el precio de la electricidad, mientras que las personas del mercado regulado no. Entonces, ¿por qué alguien querría estar en el mercado regulado? Por una parte, porque en primavera y en otoño suelen pagar bastante menos, ya que el precio se reduce mucho a causa del poco consumo que hay. Por otra, porque las comercializadoras de referencia son las únicas que pueden ofrecer el bono social, el descuento en la factura para las familias más vulnerables.
Los clientes del mercado libre, en cambio, tienen la seguridad que siempre pagarán lo mismo, pero no tienen margen de ahorro en los periodos de menos consumo: el precio de la luz es el mismo en primavera y en otoño que en verano y en invierno. Entonces, ¿por qué la asociación de consumidores Facua dice que las facturas de julio se encarecieron casi un 40% respecto al año pasado? Por el cambio de normativa que promovió el Gobierno para el pasado junio, que estableció franjas horarias diferentes para el consumo de la energía y que, al mismo tiempo, subió los precios de la electricidad. Como fue una modificación legal, las empresas del mercado libre tuvieron que cambiar el coste de la factura.
Ante esta subida, el ejecutivo de Pedro Sánchez decidió bajar el IVA al 10%. Algo que se nota en la factura, ya que si no, los españoles hubieran pagado por término medio unos 93 euros, la cifra más alta de la historia. Sin embargo, las propuestas de Ciudadanos o PP de bajar impuestos para combatir el precio de la luz no tienen nada que ver: el incremento de los costes guarda más relación con causas estructurales, como los derechos de emisión de dióxido de carbono o el precio del gas, que también se han encarecido durante el último año por culpa del cambio climático, según los expertos.