Más de medio millar de trabajadores de Nissan en Barcelona han cortado este viernes la ronda Litoral como protesta por la incertidumbre por|para la reindustrialización de las tres plantas después del paso atrás en la negociación con el fabricante chino Great Wall Motors (GWM), que era el inversor preferente para sustituir la marca nipona a finales de año, según los cálculos de los sindicatos.
Los empleados, que han cortado la ronda Litoral a la altura del Consorcio de la Zona Franca, han lamentado que la empresa exija más ayudas públicas porque ha redimensionado la producción que quiere hacer -300.000 modelos- y ahora la planta de la Zona Franca le queda pequeña. Por eso, han reclamado a las administraciones actuaciones claras y "al máximo nivel" para desencallar una negociación clave "por el futuro del sector de la automoción" catalán.
El paso atrás de Great Wall Motors
Toda la situación empezó este jueves cuando GWM reclamó a las administraciones públicas, Gobierno y Gobierno, un aumento de las ayudas para llevar a cabo el proyecto de reindustrialización de las plantas de Nissan en Barcelona después de realizar una auditoría que cuestiona la viabilidad del proyecto. La petición del fabricador asiático de coches eléctricos se comunicó ayer tarde a los sindicatos de Nissan durante una reunión extraordinaria de la mesa de reindustrialización, de la cual forman parte también el Gobierno, el Gobierno y la compañía japonesa, según ha informado el comité de empresa.
El caso es que una comisión de técnicos de GWM trabajó durante una semana en Barcelona para evaluar el funcionamiento de la fábrica y ha redactado un informe posterior a que cuestiona la inversión. GWM se plantea ahora "una redimensión" de su negocio para Europa y pone en duda tanto el estado de los activos como la capacidad productiva de la fábrica de Zona Franca, ya que pasa de plantear una producción inicial de 150.000 unidades al año a una de 300.000, el doble, según las mismas fuentes.
Todo eso se traduce en el hecho que la compañía china cree que es necesario aumentar la inversión para "actualizar" la planta, por lo cual solicita más incentivos a las administraciones, que se habían comprometido ya en una inyección de unos cien millones de euros. El gigante del motor persigue también que el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), propietario de los terrenos en los cuales está instalada la planta barcelonesa, le rebaje el alquiler, según fuentes conocedoras de las reuniones.
La próxima reunión de la mesa de reindustrialización está prevista para el 1 de diciembre, fecha en la cual el comité quiere conocer ya qué proyecto se lleva definitivamente a cabo para poder tranquilizar en la plantilla, que ve con inquietud los cambios de guion que se están produciendo.