"Impacto económico nulo" de la fuga de sedes, según los datos de Empresa. De hecho, en el 2017 el número de empresas con sede en Catalunya aumentó en 9.385, llegando a un total de 618.366 empresas, un 1,5% más respecto del año anterior, según los datos presentados hoy por la consellera de Empresa i Coneixement, Àngels Chacón. Con todo, desde octubre del 2017 hasta el 31 de julio del 2018 trasladaron su sede social un total de 3.700 CIFs (código de identificación fiscal), el 0,59% de la base empresarial catalana, sin embargo "no ha tenido ningún impacto a nivel productivo".
Chacón ha explicado que "no todos los CIFs pertenecen a empresas", y por lo tanto, "estos 3.700 CIFs corresponden a 2.501 decisiones empresariales". Es decir, en palabras de la consellera, "se trata de 2.501 empresas y no las 3.000 o 4.000 que se decía desde el Estado". El informe muestra también que "a partir del mes de mayo la tendencia de salidas de sedes sociales va a la baja, tendiendo a una normalización" como ha sido este último agosto.
De esta manera, "Catalunya sigue liderando el número de empresas con sede social en el estado español", explica la consellera, con el 18,5% del total de empresas. De hecho, "el 2017 ha sido el año en que se han registrado más entradas en Catalunya de CIFs provenientes del resto del Estado", un total de 660 entradas.
¿Cómo son las empresas que se han marchado?
De estas 3.700 CIFs, la gran mayoría (80%) son micro y pequeñas empresas y correspondientes al sector servicios. Al mismo tiempo, un 61% de los CIFs que se han marchado han llevado sus sedes a Madrid. Por otra parte, el 12,2% de las sedes trasladadas son industriales, el 7% se dedican a la construcción y el 1,2% restante son de agricultura.
El hecho de que la gran mayoría de estas empresas se dediquen al sector de los servicios implica "prácticamente cero afectación en la base productiva" de Catalunya, ya que no se han movido los centros productivos de la comunidad. Según la Conselleria, la fuga de sedes tampoco "ha tenido impacto fiscal, ya que el IS no se tributa ni a Catalunya porque es un impuesto estatal".
Al mismo tiempo, con respecto al tamaño ―calculado según la facturación y el número de trabajadores― de las empresas que han trasladado su sede social fuera de Catalunya, la gran mayoría son micro y pequeñas empresas. En cifras de facturación, se trata de un 56,3% de microempresas, un 22,9% de pequeñas empresas, un 12,5% son medianas y sólo un 8,4% son grandes empresas, según los datos del Departament.
Por otra parte, Chacón asegura que a nivel de puestos de trabajo, el impacto ha sido "mínimo", ya que el hecho de que no se muevan los centros de producción comporta que los trabajadores sigan en el mismo sitio donde estaban.
"Bienvenidas en Catalunya, ahora y siempre"
Chacón ha reiterado, como ya ha dicho otras veces, que las empresas que se marcharon son "bienvenidas en Catalunya, ahora y siempre", pero ha destacado el hecho de que "no se darán incentivos fiscales para que vuelvan".
Con todo, la consellera ha comentado que "a nadie se le escapa que hay empresas que han tenido miedo al boicot", y que la creación del real decreto-ley creado por el gobierno de Rajoy después del referéndum del 1 de octubre "tenía una intencionalidad política" y "no estaba justificado". En este sentido, desde el Departament d'Empresa han reclamado la derogación de este decreto y han criticado el hecho de que no se haya derogado todavía.
Al mismo tiempo, Chacón ha dicho que "no se ha puesto suficiente atención en el hecho de que en un momento no había gobierno y nos duele mucho que haya habido intereses en perjudicar nuestra economía". Así pues, ha reiterado que desde la Generalitat "hay una apuesta sólida por la innovación, el crecimiento y para ser una economía abierta al mundo".