Generación millennial también conocida como boomerang, Peter Pan o simplemente, nativos digitales. Diferentes formas de explicar una generación nacida en los últimos compases del siglo XX. Una franja de 20 años entre 1980 y el 2000 que parece haber revolucionado los estándares de vida tanto personales como laborales hasta tal punto que la estabilidad, el salario o el "presentismo" han dejado paso a la calidad de vida, la auto-realización o la conciliación. Así lo pone de manifiesto la Primera Encuesta Millennials "Empresaris: factores de atracción del nuevo talento en Catalunya" realizada por la consultora británica Grant Thornton con la colaboración de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y Esade.

Más concretamente, sólo uno de cada cuatro millennials valora la estabilidad en el trabajo. Sólo un 25% lo considera un factor de atracción a la hora de treballr. Pero las prioridades van todavía mucho más allá. La generación boomerang rechaza el estancamiento laboral, los horarios extendidos o el "presentismo". Tampoco se someten a la jerarquía de la continuidad laboral o los salarios. "El sueldo importa, pero no es su principal factor de motivación comparado con otras generaciones", ha matizado la socia de Grant Thornton Isabel Perea. Son amantes de la filosofía de la experiencia y no tienen miedo a los cambios constantes. Según Perea, "se trata de una generación pragmática que se preocupa por la calidad de vida por delante de muchos otros factores".

Motivación ante todo

A pesar de su creciente relevancia, los millennials no dejan de ser uno de los muchos engranajes de un mercado laboral en constante (re)evolución. Empujan desde de abajo y se acercan desde arriba. Millennials y no millennials, jóvenes y empresarios no tan jóvenes están acercando posturas de tal manera que se hace difícil distinguir quién es quién y qué es qué. La brecha de las expectativas se va diluyendo poco a poco y ya tan sólo quedan un par de escollos: la estabilidad laboral y la aplicación de la cultura corporativa o responsabilidad social empresarial (también conocida con las siglas RSE).

La motivación (un 84%), las posibilidades de desarrollo profesional (un 74%) y la conciliación entre la vida personal y laboral (un 68%) son algunas de las claves para triunfar en el intento de contratación y retención de los millennials. Justo después, vienen el sueldo y las ventajas laborales que van desde los seguros a las dietas o los coches de empresa. Según el presidente de Grant Thornton, Alejandro Martínez, "los millennials priorizan lo que podríamos denominar factores de calidad, una actitud bastante pragmática a la cual las empresas tienen que adaptarse si quieren retener el talento de estos jóvenes." Un 33% de las empresas ya lo está haciendo.

"Aquello que más temen nuestros millennials, más que los sueldos bajos o las escasas perspectivas de continuidad, es la posibilidad de acabar en una vía muerta laboral con un trabajo que no les gusta, que les roba horas de su vida personal y en las cuales no hay posibilidades de promoción interna," ha concluido Perea. Y es que estabilidad, salario o "presentismo" ya no están de moda. Ahora triunfan la calidad de vida, la auto-realización o la conciliación. Son la generación Y del boomerang, Peter Pan o la tecnología.