El empresario estadounidense Elon Musk ha dicho este jueves que busca "negociar un acuerdo" para comprar de la red social Twitter y ha revelado que dispone de 46.500 millones de dólares en financiación con el respaldo de varias entidades financieras. En un documento entregado hoy a la Comisión del Mercado de Valores de EE. UU. (SEC, por sus siglas en inglés), el fundador de Tesla se ha mostrado listo para negociar "inmediatamente", en contraposición a la oferta "final" que puso sobre la mesa hace unos días. Musk lanzó el pasado 14 de abril una oferta de 43.000 millones de dólares por la compañía, a razón de 54,20 dólares por acción, ante lo que la empresa adoptó una medida interna conocida como "píldora envenenada" para ganar tiempo mientras evaluaba la propuesta. Ahora, el ejecutivo de Tesla ofrece información sobre cómo financiaría esa operación, revelando que Morgan Stanley y "otras instituciones financieras" -que no menciona- se han comprometido a darle préstamos por valor de unos 25.500 millones de dólares.
Immediata y final
Asimismo, Musk aporta una "carta de compromiso" personal en la que dice que dispone de 21.000 millones de dólares adicionales en fondos propios, que provendrían de sus acciones en la empresa de vehículos eléctricos de lujo que él fundó y dirige. La apertura de Musk a negociar "inmediatamente" parece contrastar con los términos iniciales en los que hizo su oferta por Twitter, considerándola "la mejor y última" y amenazando con vender todas sus acciones si la junta directiva la rechazaba. Pero el hombre más rico del mundo, que tiene más del 9 % de accionariado de Twitter, ha matizado que debido a la "falta de respuesta" también está barajando hacer una "oferta pública de adquisición" a sus accionistas para hacerse con los títulos restantes. No obstante, Musk ha dejado claro en el documento que todavía "no ha decidido si lo va a hacer".
El empresario también ha avisado al regulador estadounidense de que, "de vez en cuando", podría "discutir" o "expresar sus opiniones" en las redes sociales a la junta directiva de Twitter o a sus miembros acerca de la potencial operación u otros asuntos del funcionamiento de la plataforma. Precisamente, el excéntrico empresario, muy aficionado a las redes sociales, ha tenido problemas judiciales con la SEC en los últimos años por las declaraciones que hacía a su gran número de seguidores sobre su empresa automovilística y que podían afectar a su cotización.