"El cierre de las plantas de Barcelona es una decisión muy complicada pero tenemos intención de hacerlo". Así confirmaba oficialmente la marcha de Nissan de Catalunya su consejero delegado Makoto Uchida, quien también ha explicado que no será hasta diciembre de este año que se efectuará este cierre. La noticia, que se ha conocido a primera hora de la mañana después de que la dirección japonesa lo haya comunicado al Gobierno, forma parte de un plan de reestructuración de la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi y el objetivo claro de recortar gastos.
Durante la presentación de resultados del ejercicio 2019, celebrada esta mañana de forma telemática, la dirección de la automovilística ha dicho poca cosa sobre la decisión de marcharse de Catalunya, pero ha aseverado que ha sido una decisión "muy difícil". "La propuesta del cierre de la planta de Barcelona es el resultado de un extenso estudio para mitigar el exceso de capacidad de producción y mejorar la competitividad general. Esta no es una decisión que estamos tomando a la ligera, sino que es para asegurar el futuro más sólido posible para la marca".
Con todo, esta justificación no acaba de gustar a los trabajadores y a las administraciones catalanas y españolas, que aseveran que "no se lo pondremos fácil" para cerrar. "Ahora tenemos seis meses para intentar que rectifiquen", aseguran desde los sindicatos. El malestar es palpable y los trabajadores se encuentran concentrados delante de las plantas catalanas a modo de protesta, y algunos han empezado a cortar vías y quemar neumáticos. De hecho, la sangría de puestos de trabajo debido a este cierre se calcula en más de 15.000: 3.000 directos y 13.000 indirectas.
Nissan reducirá un 20% la producción
Por su parte, el grupo ha detallado su plan estratégico para el 2023, del cual ya se habían hecho públicos algunos detalles que ya apuntaban hacia la intención de cerrar a Barcelona. Durante el plan, la compañía prevé reducir un 20% su capacidad de producción a todo el mundo, hasta unos 5,4 millones de unidades, y el recorte de un 15% sus costes en el periodo, según ha informado la firma.
En este sentido, Nissan ha explicado que para conseguir estos objetivos cerrará su fábrica de Indonesia y concentrará su producción en Tailandia para la región del sureste asiático. Todo eso para reducir su capacidad de producción un 20%, hasta 5,4 millones de unidades al año, con un máximo de 6 millones de unidades, para mantener sus instalaciones produciendo al 80% de su capacidad y así ser "más rentables".
El conseller delegado de Nissan, Makoto Uchida, ha subrayado la necesidad de "reaccionar para adaptarse al mercado actual", afectado por la pandemia mundial del coronavirus, por lo que ha destacado que Nissan se ahorrará unos 300.000 millones de yenes (unos 2.530 millones de euros) con estas acciones.
Adiós a Europa y caída de las ventas
Durante el anuncio de la propuesta, Makoto Uchida, ha insistido en que "Nissan está tomando medidas para asegurar un futuro sólido para la compañía, a Europa y a todo el mundo." Aunque con el cierre de las plantas catalanas, en Europa Nissan sólo tiene la planta del Reino Unido -que ya no forma parte de la Unión Europea-, desde la compañía han asegurado que "Europa sigue siendo una región importante para Nissan", y es por eso "que estamos proponiendo pasos para mejorar nuestra posición y nuestra rentabilidad en este mercado altamente competitivo", ha apuntado.
Con todo, las ventas globales de Nissan Motor cayeron un 41,6% en abril respecto del mismo mes del 2019 y en los primeros cuatro meses de este año acumula una reducción del 31,1%, según ha hecho público este jueves la compañía.