Lo que empezó siendo una subida de los precios de la luz se está convirtiendo un maratón interminable. De cara a este miércoles, el precio volverá a superar el récord histórico de hoy encareciéndose un 12,2% y llegando hasta los 228,59 euros el MWh, un precio que hace solo un año parecía del todo inasumible cuando el precio máximo había sido la de poco más de 110 euros el MWh.
Además, con el de hoy el precio de la luz supera por tercera vez la barrera de los 200 euros/MWh y desde principio de octubre se han marcado ya dos récords históricos. Por franjas horarias, la electricidad será mañana más cara entre las nueve y las diez de la noche, cuando llegará a los 260 euros/MWh, y más barata entre las cuatro y las cinco de la tarde, cuando su precio será de 193,2 euros/MWh.
Octubre ya tiene los tres precios más altos
Después de concluir septiembre con un precio medio récord, octubre ya ha registrado los tres precios más altos vistos hasta ahora en solo seis jornadas, y la tendencia sigue al alza con este nuevo registro. Si lo comparamos el precio de mañana con el de hace una semana, podemos ver cómo el crecimiento será del 20,4% cuando el precio de la electricidad en el mercado mayorista español estaba en 189,9 euros/MWh. Si esta comparación la hacemos con el precio de hace un año, el aumento es desorbitado y se enfila un 292%.
Esta situación se produce en plena escalada del precio de todas las materias primas vinculadas a la energía en todo el mundo, como el gas, el petróleo y el carbón, lo cual dispara al mismo tiempo los derechos de CO₂, que también se encuentran en máximos históricos.
Plan de choque
En este sentido, el Gobierno está intentando conseguir que esta escalada de precios no llegue a la factura de los consumidores con la aprobación de un plan de choque que contendrá de manera temporal estas subidas. Concretamente lo que han hecho es rebajar los impuestos y minorar algunos ingresos extraordinarios de las eléctricas, por lo cual la idea es que se consiga el objetivo.
Ahora bien, al tratarse de un problema global, que por lo tanto no solo afecta al Estado, la tendencia inflacionista en todos los tipos de energía podría trasladarse a la industria, pudiendo causar presiones en su actividad o la translación de los precios a los consumidores.
Algunas de las medidas abordadas por el Gobierno en este plan de choque son la reducción del IVA al 10%, la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica, el descuento del impuesto de la electricidad al 0,5% o la contribución esperada de 2.600 millones de euros por parte de las eléctricas procedente de los denominados 'beneficios caídos del cielo'.