Actualmente, hay 23.383 start-ups en España, un 3% más que en el 2021, cuando se detectaron 22.771. Según el estudio sobre Las empresas start-up en España, realizado por Informa D&B, el 96% de ellas son microempresas y la cifra de estas empresas medianas o grandes es del 1%. El estudio define a este tipo de firmas como un grupo de empresas de reciente creación que desarrollan una actividad tecnológica o innovadora. El análisis ha constado que la rentabilidad de estas empresas es muy baja, aunque la cifra de ventas supera el millón de euros, en comparación con los 725.000 euros del resto de empresas.

La directora de Estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese, ha destacado que analizando las cuentas de las start-ups y otras empresas fundadas al mismo tiempo, "se aprecia que estas tienen una tasa de supervivencia más alta, de un 92%". Además, las start-ups presentan una mayor propensión a crear puestos de trabajo y de calidad, ya que un 70% son puestos fijos, mientras que en el resto de empresas es inferior, del 65%. Por regiones, las start-ups están principalmente situadas a la Comunidad de Madrid (27%), Catalunya (23%) y Andalucía (12%). Sin embargo, sobre el total de creaciones a cada comunidad, el porcentaje de potenciales empresas emergentes es mayor en La Rioja (14%), Canarias (75) y Navarra, con prácticamente el 7%. La mayor parte de estas empresas desarrollan actividades tecnológicas (97%), el 80% de ellas se dedica a los servicios de alta tecnología --representante las actividades de programación-- y de las no tecnológicas, el 33% se dedica a servicios empresariales, un 19% en el comercio y un 13% en la industria.

Ecosistema de start-ups en Catalunya

Paralelamente, la Generalitat de Catalunya, a través de ACCIÓ --la agencia para la competitividad de la Empresa-- identificó 1.708 start-ups en Catalunya en el 2021. Según un estudio realizado por la plataforma digital Barcelona&Catalona Startup Hub, estas empresas son responsables de 17.500 puestos de trabajo en Catalunya, con un ocupación media por empresa de 10 trabajadores. El 26% de los empleados de start-ups en Catalunya son extranjeros, un 20% en el caso de los fundadores. La mayoría de profesionales internacionales que trabajan en firmas emergentes catalanas provienen de la Europa occidental (47% del total) en ámbitos como la tecnología (27%), las ventas (23%) y las operaciones (17%). Con respecto a la experiencia previa de los fundadores, el estudio apunta que el 45% de ellos ya contaba con experiencia previa en la creación de este tipo de compañías.

Con respecto a la financiación, el informe señalaba que en los últimos cinco años Barcelona ha captado más de 2.800 millones de euros de inversión en start-ups y que se ha consolidado como el tercer hub de la Unión Europa en número de rondas de financiación, sólo por detrás de París y Berlín. El informe ponía de manifiesto que el covid-19 afectó de manera desigual a la actividad de las empresas emergentes catalanas en función de su sector: las start-ups que declararon haber disminuido su actividad eran principalmente de los ámbitos de los viajes y el ocio (13,4% del total), mientras que las que incrementaron fueron del sector de la salud (15,5% del total).