Bronca. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha criticado que España haya abandonado un ajuste automático del sistema de pensiones como era el factor de sostenibilidad para sustituirlo por el llamado mecanismo de equidad intergeneracional. Un mecanismo que ni siquiera equivale a los costes de indexar las pensiones a la inflación, según el organismo.
La OCDE se ha mostrado muy severa con la reforma adoptada la semana pasada por el Congreso de los Diputados después de cuya derogación llevó a cabo el año 2013 el gobierno de Mariano Rajoy. En el informe bienal sobre pensiones, el organismo ha explicado que el mecanismo de equidad intergeneracional permitirá recaudar un 2,3% del PIB español durante un periodo de diez años —recordemos que supone un aumento del 0,6% de las cotizaciones durante diez años para garantizar los gastos para la jubilación de los baby boomers—. El problema, sin embargo, es que al mismo tiempo la Comisión Europea ha calculado que solo la indexación de las pensiones a la inflación supondrá un sobrecoste anual equivalente al 1,4% anual del PIB el año 2030 y del 2,6% desde 2050.
Harán falta más medidas
El responsable del estudio, Hervé Boulhol, pone el foco en el hecho de que el mecanismo de equidad intergeneracional "da una pizca más de oxígeno a corto plazo, pero no está a la altura del problema a largo plazo". Eso quiere decir que "harán falta nuevas medidas". "En el horizonte 2040-2050 hay un problema de recursos" por el rápido envejecimiento de la población de España y eso requiere "medidas estructurales", explica Boulhol a Efe. Añade que el principal defecto es que ahora se está haciendo una propuesta "a medio plazo y no se dice lo que pasará después".
La OCDE incluye un capítulo sobre España en estas últimas evoluciones del acuerdo negociado por el Gobierno con sus socios parlamentarios y los sindicatos, pero rechazado tanto por la patronal como por la oposición de derechas. El capítulo insiste en el hecho de que de esta manera se han eliminado los mecanismos de ajuste automático que tienen una amplia serie de ventajas.
Problemas demográficos
El texto hace notar que España forma parte de una minoría de países en la OCDE que no disponen de un mecanismo automático de ajuste y que "ponen a resguardo las pensiones de las incertidumbres y son menos y erráticas, más transparentes y más equitativas entre generaciones que las modificaciones discrecionales". "Los mecanismos de ajuste automático presentan la ventaja de definir la dirección que tienen que tomar los regímenes, sabiendo que un cambio de orientación exigirá al menos explicaciones y pondrá en evidencia los compromisos", añade.
Como en ediciones anteriores, la OCDE examina algunos de los parámetros del sistema y sitúa España dentro de un grupo de países miembros que tendrán que enfrentar "serios problemas demográficos que se repercutirán en la adecuación de las pensiones de jubilación, en su viabilidad financiera o en las dos".