El OCDE se añade a Bruselas y también dice la suya en materia laboral ante la crisis del coronavirus. En su último informe Perspectivas del empleo 2020, seguridad laboral y la crisis de Covid-19, el organismo alerta de que la tasa de paro en toda la OCDE podría llegar el 9,4% el cuarto trimestre del 2020, una cifra que excede todos los picos desde la Gran Depresión y la crisis del 2008. De hecho, se prevé que el empleo disminuya, por término medio, entre un 4% y un 5% respecto del 2019, y que la proporción de ocupados se mantenga por debajo de los niveles pre-crisis hasta finales del 2021.
No sólo eso: la organización avisa de los peligros de las herramientas que se han utilizado para tratar de mantener el empleo y minimizar los despidos, como los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) que se han utilizado en España. Según la institución, aunque asevera que eran "buenos instrumentos al principio", alargar demasiado los ERTE puede suponer la extinción de algunos trabajos, sobre todo si sostienen trabajos que probablemente no se recuperen.
Aumento del paro sin precedentes
La tasa de paro del conjunto del OCDE, que era de sólo el 5% en febrero antes de que se notaran los primeros efectos del confinamiento en los países miembros, creció al 8,4% en mayo, una décima por encima del pico que se registró durante la crisis financiera de 2008-2009.
Según la institución, a partir de aquí seguirá en un camino ascendente hasta el 9,4% a finales de año, debido a una caída sin precedentes del PIB de hasta el 7,5%. Con todo, esta sería la previsión optimista, ya que si se produce un nuevo brote de coronavirus de aquí a finales de año, se agravaría la situación y se elevaría el paro en ocho décimas más por un hundimiento del PIB del 9,3%.
De cara a finales del 2021 la tasa de paro bajará, pero seguirá a un nivel muy elevado, del 7,7%, siempre que se materialice una esperada recuperación económica. Pero en el escenario de un segundo rebrote, el desempleo se quedaría en el 8,9%.
El país miembro que sufrirá el mayor descalabro será Colombia, con descensos de entre un 10,63% y un 12,58% ya que, como buena parte de Sudamèrica, es uno de los más sacudidos por el coronavirus. A continuación se sitúan Estados Unidos (con retrocesos del 8,15% y 9,84%), Irlanda (6,67% y 8,21%), Portugal (5,65% y 7,10%) y España (5,28% y 6,38%).
Los ERTE y los riesgos de los alargamientos
Las empresas han recurrido de manera masiva a instrumentos para mantener el empleo y detener despidos masivos, como los ERTE, y estos han llegado a afectar al 25% de los asalariados al conjunto del OCDE. Nueva Zelanda, por ejemplo, es de los casos donde más se han utilizado, hasta el 70% de los trabajadores; el 55% en Francia; el 30% en Alemania; el 18% en España y, por el contrario, menos del 1% en los Estados Unidos.
Aunque el director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta, considera que estos instrumentos constituyen "una medida importante y positiva", también se alerta del riesgo de alargarlos demasiado, ya que supondría que el estado mantiene unos puestos de trabajo que ya no son viables.
Ante esta situación, según la institución hará falta "adaptar el mercado de trabajo y entender que hay algunos trabajos que ya no son viables" y tendrán que evolucionar para adaptarse a la nueva normalidad, cosa que requerirá la destrucción de empleo de algunos sectores para favorecer uno otros.
Este diagnóstico de la OCDE choca con los reclamos del empresariado, que en España hace semanas que reclama alargar los ERTE hasta finales de año, aunque de momento el Gobierno se resiste a alargarlos más allá del mes de septiembre.