"No recibí ninguna presión ni de la Corona ni del Gobierno" para mover la sede fuera de Catalunya. Así lo ha asegurado el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, que ha comparecido esta mañana en la comisión de investigación sobre la aplicación del 155 en el Parlament de Catalunya para dar explicaciones sobre el cambio de sede del banco en Alacant, una comisión en la que solo han asistido diputados de la CUP, ERC, JxCAT y de los comunes.
De esta manera, Oliu ha negado la interposición del Estado para forzar el traslado de la sede. Según el presidente bancario, "la decisión no se debió a ninguna presión política, sino que fue una decisión al margen", ha asegurado. En este sentido, Oliu ha dado un repaso de los días previos al traslado de la sede aseverando que "desde septiembre estuvimos monitorizando las fugas de depósitos, y a partir del 1 de octubre las fugas de depósitos se dispararon y saltaron todas las alarmas".
Ante la insistencia de los diputados sobre las presuntas presiones del Estado –que según una investigación del diario Ara habría retirado miles de millones de los bancos a través de empresas públicas para forzar su traslado–, Oliu ha negado una y otra vez las presiones. "No le puedo contestar qué clientes sacaron dinero y cuáles no, pero los depósitos que salieron eran prácticamente el 100% del sector privado; el saldo del sector público en la semana crítica fue cero", asegura.
Fugas millonarias de depósitos
Recapitulemos. El Banco Sabadell fue la primera entidad en mover la sede fuera de Catalunya durante de octubre del 2017. El traslado se produjo el día 6 de octubre, cinco días después del referéndum de independencia catalán. "Habíamos hecho unos planes de contingencia para el caso que pudieran darse salidas de depósitos por temas fuera de nuestro control", explica el presidente del banco.
"Durante el mes de septiembre del 2017 la inquietud fue creciendo, pero aumentó exponencialmente a partir del 1 de octubre", día del referéndum catalán. "Entonces las salidas de depósitos habían sido pequeñas y lo podíamos ir controlando, pero a partir del 1 de octubre todas las alarmas empezaron a ponerse en rojo", recuerda Oliu.
En este sentido, pues, el presidente del Sabadell explica: "Si tomamos la decisión de marchar es porque el consejo del banco consideró que la salida de depósitos no era sostenible, porque era de 4 millones por semana". De esta manera, Oliu explica que la decisión fue "independiente a las circunstancias políticas" y que lo único que se realizó fue un aviso al Banco de España, al Gobierno y "el día 4 de octubre llamé a La Caixa para informarles que tomaríamos esta decisión".
Sin intención de volver a Catalunya
Oliu explica que estas salidas masivas de depósitos "tenían lugar solo en los bancos con sede en Catalunya, y en el momento de cambiar la sede nos pusimos en igualdad de condiciones con los otros bancos del Estado, de manera que se acabó la incertidumbre, porque las dudas de los catalanes era con los bancos catalanes". De todos modos, el presidente del banco defiende la decisión: "Fue una situación lamentable, pero no creo que fuera una decisión precipitada ni gratuita".
Preguntado por los diputados por qué no han devuelto la sede a Catalunya, Oliu ha explicado que "cuando se cambia una sede social es porque ocurren cosas graves, y para volver a cambiarla tiene que haber motivaciones importantes". Pese a ello, afirma que "no es que no esté sobre la mesa, pero creemos que ahora no es el momento de volver".
¿Y por qué Alacant? "Decidmos ir a Alacant porque allí la cuota de clientes del Banco Sabadell es más alta que en cualquier lugar de Catalunya. Nos parecía que era lo más natural porque ya teníamos una base, eso no quita que nuestra sede histórica es y será siempre Sabadell".