El Pacto de Toledo ha hecho un avance significativo este martes cuando todas las fuerzas han mostrado su disposición a vincular el aumento de las pensiones en el IPC o incluso más allá en épocas de bonanza, aunque han dejado abiertas otras posibilidades con respecto a las más altas para épocas de recesión.
Los portavoces de los grupos han apuntado que queda garantizado el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y "predisposición" a alcanzar un acuerdo sobre el conjunto de la reforma que llevaba meses atascada y que tiene cuestiones pendientes, como por ejemplo qué hay que hacer en época de crisis. La de este martes ha sido la primera reunión del pacto después de la llegada al ejecutivo español de Pedro Sánchez y, por lo tanto, la salida del PP, que ha flexibilizado criterios después de abandonar La Moncloa y haber pactado con el PNV un aumento de las pensiones del 1,6%.
Los grupos se volverán a reunir el próximo martes con la voluntad de seguir avanzando en los compromisos para el mantenimiento del poder adquisitivo y la sostenibilidad del sistema. Ha quedado atrás el sistema ideado en el 2013 por el gobierno de Mariano Rajoy en que vinculaba el aumento a la salud de la Seguridad Social, así como la revalorización mínima del 0,25% aplicada por el gobierno de Rajoy desde 2014.
El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, ha apuntado que las posiciones están muy próximas, aunque ha señalado también que hará falta acordar qué se entiende por un ciclo de bonanza o bien por una recesión. Ha señalado que las pensiones más altas tienen que asumir más sacrificio en momentos de crisis, pero también que hay que compensar esta situación una vez se supere el ciclo.
El PP, por su parte, ha querido dejar abierta la puerta a la necesidad de que la actualización sea "flexible como lo pueden ser los salarios o la economía" en época de crisis, a fin de que las pensiones más altas puedan desvincularse del IPC y asumir un coste mayor que los más bajos. También Ciutadans ha hablado de una posible flexibilización en época de crisis para que el esfuerzo recaiga en mayor medida en las pensiones más altas. Las otras, y especialmente las más bajas, según Ciutadans, se tienen que revalorizar por encima del IPC.
Por el contrario, PSOE y Podemos se han mostrado partidarias de no hacer distinciones entre pensionistas a la hora de abordar la revalorización. La portavoz del PSOE, Mercè Perea, ha apuntado que a pesar de todo "se abre una nueva página" sobre las pensiones y también sobre la financiación del sistema, que el PSOE quiere llevar a cabo a través de un impuesto en la banca.