La empresa de patinetes compartidos Wind, fundada en el 2017 en Berlín, ha aterrizado en Barcelona, donde también ha trasladado la sede central. El inicio de la actividad en la ciudad ha coincidido con el cierre de una ronda de financiación de 50 millones de dólares.
La empresa ha empezado a operar con 50 patinetes aunque espera que a finales de año ya puedan ser al menos 200 vehículos de movilidad personal de este tipo, siempre y cuando Wind pueda ir abriendo nuevos puntos de estacionamiento que se añadan en los 25 actuales, según ha explicado en una entrevista a la ACN el responsable de operaciones del sur de Europa, Gerard Sellarès. Wind ha llegado a acuerdos con diferentes espacios privados –como por ejemplo el campus de la UPC y los aparcamientos Savia- por la prohibición del Ayuntamiento de Barcelona de dejarlos en la vía pública.
Los usuarios de los patinetes tienen que descargarse previamente la aplicación de la tienda virtual de los sistemas operativos de sus móviles y desde allí los podrán localizar y activar y utilizarlos por 20 céntimos cada minuto. En el precio, hay incluido un seguro que cubre responsabilidades hasta los 3 millones de euros y se ofrece la posibilidad de conseguir cascos de forma gratuita.
El responsable operaciones del sur de Europa de la empresa Wind, Gerard Sellarès, cree que Barcelona todavía tiene campo para recurrir para "adaptarse" a las nuevas formas de movilidad. En este sentido, reclama que los carriles bici sean "más anchos y segregados del tráfico" ya que están cada vez más ocupados por usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Además, señala, continúan "incomunicados" unos con los otros, hecho que "acaba creando sensación de inseguridad entre los usuarios" y que estos opten por circular por la acera o compartiendo espacio con coches y motos.
Para Sellarès, el patinete "es la forma de movilidad y el futuro de las ciudades" y está en este VMP donde la empresa focaliza "al 100%" su actividad, aunque Alemania también ofrece bicicletas compartidas. En este sentido, la empresa trabaja con un nuevo modelo más robusto, especial para la economía compartida y con baterías extraíbles.
Barcelona como a hub de startups
Wind ha trasladado a Barcelona la sede central desde Berlín, donde fue fundada. En la capital alemana permanecerán los departamentos legal, de atención al cliente y financiero, mientras que el equipo directivo, de operaciones y los departamentos tecnológicos y técnicos ya operan desde Barcelona. "Hemos escogido Barcelona porque es un hub start-ups a nivel europeo por la apuesta de movilidad que ha hecho la ciudad y por estar muy bien comunicada con el aeropuerto y el resto de ciudades europeas donde operamos", comenta Sellarès a la ACN.
En Barcelona, Wind dispone de 20 trabajadores pero tiene previsto doblar la plantilla en los próximos meses, básicamente con perfiles tecnológicos, de análisis de datos y expertos en desarrollo web. Actualmente, Wind está iniciando la actividad a una media de entre una y dos ciudades europeas cada mes y también está presente en el oriente Medio (Tel Aviv), en Seúl, Busan y Saitama, cerca de Tokio. En Europa, Wind opera en Burdeos, Viena, Copenhague y esta semana empezará en Bruselas, mientras que en el Estado está en Madrid, Málaga y Lanzarote. En Catalunya, la empresa tiene previsto reanudar una prueba piloto en Sant Cugat del Vallès.