El presidente de la patronal francesa, Geoffroy Roux de Bézieux, ha pedido mirarse al espejo con la excepción ibérica de España y Portugal y replicar el modelo en Francia. Así pues, ha hecho un llamamiento a la Unión Europea para que adopte "muy rápidamente" las medidas y las hagan extensibles por todas partes con el objetivo de moderar los precios de la energía y evitar detener la producción a industrias de alta intensidad energética. "Debemos hacer lo que hicieron los españoles, lo que hicieron los portugueses, que tenían la autorización para hacerlo con Europa, es decir, limitar el precio de la electricidad. Hay proyectos en Europa, pero tenemos que avanzar rápidamente, porque si no, estamos hablando realmente de paradas de producción", ha advertido. Según él, se tiene que encontrar un acuerdo a nivel europeo "antes de final de este mismo mes" de septiembre.
"Son condiciones impuestas por Europa"
Más allá de la inflación o la falta de materias primas, el acento de la gran problemática está en la capacidad energética. "Tenemos que limitar el precio de la electricidad porque muchas empresas optarán por reducir o detener su producción a causa de los precios demasiado elevados de la energía", en declaraciones a la televisión francesa BFMTV/RMC. Francia, como ya advirtió el presidente Emmanuel Macron, se enfrenta a una crisis sin precedentes aunque el IPC todavía no llega a los dos dígitos como es el caso español, 5,8% y 10,5% respectivamente.
"Hay muchas empresas, y no sólo unos cuantos vidrieros como hemos visto, que o ralentizarán o detendrán su producción", declaró el presidente de la primera organización patronal francesa. Muchas empresas del sector, pero no sólo, tienen contratos de futuros. Y allí se acaban estos contratos de futuros, y los precios se multiplican por diez o quince. Dado que este aumento no se puede replicar en los precios, deriva en un callejón sin salida. Roux de Bézieux citó el ejemplo de un "gran productor de aluminio" que redujo su producción un 40% porque sus contratos de futuros sólo cubrían el 60% de su producción, y más allá se vio obligado a comprar su electricidad en el mercado a un precio demasiado alto para él.
Por otra parte, el dirigente empresarial francés explicó que las patronales de Alemania e Italia están urgiendo también a sus gobiernos respectivos en este sentido. Finalmente, también consideró que el sistema de ayudas a determinadas empresas implantado con el acuerdo de Bruselas "no es suficiente" y supone "una fábrica de gas con condiciones impuestas por Europa" y concluye que este sistema de ayuda no funcionará.
La excepción ibérica
Este mecanismo ibérico, que entró en vigor el 15 de junio pasado, limita el precio del gas para la generación eléctrica a una media de 48,8 euros por MWh durante un periodo de doce meses, cubriendo así este invierno, periodo en que los precios de la energía son más caros, ya que su demanda aumenta. En concreto, la excepción ibérica fija un precio por el gas de 40 euros/MWh los seis meses iniciales, y posteriormente, un incremento mensual de cinco euros/MWh hasta la finalización de la medida. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha sacado pecho en reiteradas ocasiones de este tope en el gas.