"No habrá terceras elecciones" ha asegurado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez en su paso por las jornadas del Cercle d'Economia. Y bajo el supuesto de que su partido sea la lista más votada, Sánchez ha augurado también que el Gobierno estará formado en tan solo una semana. Mensaje de tranquilidad por partida doble para evitar responder con un sí o un no a la propuesta formulada por el president del Cercle, Antón Costas, en torno a aplicar la normativa municipal: "Si ningún candidato consigue la mayoría, que sea alcalde el que tenga mayor número de concejales elegidos".
Y es que para Sánchez, el sistema parlamentario ofrece "suficientes soluciones" para no tener que aceptar la normativa municipal. A la vez que considera indudable que se ha "trastocado la lógica política". Tras cinco meses, la primera fuerza política renunció a presentarse a la investidura y a situarse en la primera posición, mientras que la segunda realizó un pacto con 135 escaños que al final fue "insuficiente".
Su diagnóstico es que ni el Partido Popular ni Podemos le han dejado gobernar pero tiene claro que esto no volverá a ocurrir. No se pudo culminar el Gobierno del cambio porque "el problema de Iglesias fue tener que votar a un candidato socialista", ha explicado Sánchez mientras anticipa que "Rivera no parece que tenga muchas ganas de apoyar a Rajoy". De esta forma, el PSOE se posiciona como "el único que puede tender puentes."
La política catalana como "señuelo"
En el turno de preguntas, Costas ha alertado nuevamente de la fractura política, social y territorial de España y ha instado al secretario general a posicionarse a favor o en contra de una posible consulta en Catalunya. Sánchez ha explicado que "la política catalana y la no resolución del conflicto ha impedido que haya un gobierno de España" y su postura pasa por proponer un acuerdo y no una ruptura.
En este sentido, se ha mostrado partidario de reformar la Constitución y los principios básicos de las autonomías para simplificar el sistema, garantizar la igualdad de financiación por cápita, proteger el gasto social del ciclo económico, dar mayor control a las autonomías sobre sus ingresos así como una mayor responsabilidad sobre su gasto.
Y es que según Sánchez, el derecho a decidir ha sido utilizado como "un señuelo" para mostrar una voluntad de pactar que luego no se ha materializado. A lo que además, ha alertado que el derecho de autodeterminación ya no es una cuestión únicamente referente a Catalunya sino también al País Vasco y Galícia, entre otros. Un hecho que muestra que se ha convertido en un problema español, en el que "se está banalizando el derecho a convivir unidos".
La verdad de los impuestos y una reforma a la francesa
Una vez más, Sánchez no ha querido dejar de mencionar al presidente en funciones, Mariano Rajoy, sobre el que considera que no ha dicho la verdad. ¿Y cuál es la verdad de Sánchez? "España no va a poder bajar sus impuestos." Su argumento es que no se pueden bajar impuestos ya que eso implicaría recortes en el gasto público pero de lo contrario, sí se pueden aplicar otras medidas como son una reforma fiscal que desplace la carga tributaria o una reforma integral que nivele la tributación de las rentas de trabajo y de capital.
Costas también ha planteado a Sánchez cuál era el motivo por el qué se cuestiona tanto la reforma laboral en España si en Francia, el gobierno socialista presidido por Franços Hollande ha realizado una reforma "muy similar".
Sánchez ha explicado que reformular la reforma laboral del 2012 implica acabar con los convenios colectivos y la descentralización empresarial que a su vez conlleva una atomización empresarial y rompe con el equilibrio entre empresarios y trabajadores. Además, ha añadido que tampoco comparte la imposición por parte del empresario de realizar modificacions en los contratos de trabajo. Unas medidas que fueron acordadas en su pacto con Ciudadanos que no fue suficiente para impedir la repetición de elecciones. Dos sí, tres no.