"Quien habla de catalanofobia, no es demasiado español". Así ha expresado el nuevo secretario general de la UGT en España, Josep Maria Àlvarez, que cuestiones como esta "obstaculizan al diálogo y el acuerdo". Lo ha dicho en El Matí de Catalunya Ràdio, donde se ha lamentado de que "alguien ha querido trasladar el debate sobre la catalanofobia a los medios de comunicación" y de que, además, no se hablara en el Congreso.
El presidente de la CEOE, Joan Rosell, se ha añadido al carro asegurando que "la catalanofobia siempre influirá porque existe". A esto se suma que "la estabilidad, con la aritmética parlamentaria que tenemos, será muy difícil", ha sentenciado Rosell, mientras que Àlvarez ha asegurado que "cuando quieres marear la perdiz, todo sirve".
Mayoría de izquierdas
Sobre sus objetivos, Àlvarez ha puesto sobre la mesa que "queremos que se deroguen las reformas laborales" porque, a su parecer, "es el punto para abrir un diálogo con la patronal". Por eso, ha anunciado que esta tarde, cuando se reúna con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, le pedirá que "haya un cambio de políticas y apelaré a una mayoría de izquierdas".
Si no es así, "a corto plazo, en nuestra casa, no se creará empleo para los jóvenes". Su reto para cambiarlo es "hacer a un sindicato más ágil, con menos burocracia y más austero" así como poner medidas de transparencia contra la corrupción porque "hay que ser honestos, pero también demostrarlo".