El empresario Pere Barrios será a partir de este viernes, 12 de febrero, si nada cambia, candidato a la presidencia de la patronal Pimec bajo la candidatura EinesPaísPimec. Barrios, actual vicepresidente segundo de la Cambra de Comerç, tiene que presentar este viernes los avales de su candidatura y abre la puerta a un cambio radical en la patronal como el que se vivió en la Cambra de Comerç barcelonesa: una lista bajo el paraguas de la ANC y que lleva una voluntad por bandera: "Cambiarlo todo, recrearla".
La silla de la patronal, desde su fundación en 1997, sólo ha sido ocupada por un solo nombre: Josep González. Aunque la voluntad de González es dejar la patronal en manos de su secretario general Antoni Cañete (bajo la candidatura Activisme Empresarial), Pimec tiene que celebrar elecciones por ley, que serán el próximo 23 de febrero. González las convocó con un margen muy justo, cosa que Barrios critica y asegura que lo que necesita la patronal es "perder los complejos y convertirse en la única patronal de Catalunya". Eso sí, contra todo pronóstico, asegura que mantendría el actual secretario general —que es también su contrincante en las elecciones—, Antoni Cañete, en el puesto que ocupa.
¿De dónde sale la iniciativa de presentarse a las elecciones de Pimec?
La iniciativa sale de un grupo de empresarios que ya hacía tiempo que comentábamos la posibilidad de dar este paso cuando se diera la ocasión. Pero entonces, en la última asamblea, en julio del 2020, el señor Josep González dijo que presentaba a su futuro sustituto —Antoni Cañete— pero que él acabaría la legislatura. Por lo tanto, todavía faltaban dos años para que llegara el momento y eso nos daba tiempo para hacer las cosas bien. Pero al final no han pasado dos años, sino que ha pasado medio, y además se han anunciado y convocado las elecciones el mismo día, cosa que nos ha dado 9 días para prepararlo todo. Decidimos seguir adelante con el proyecto igualmente a pesar del poco margen, y Eines de País nos apoyó. Hay que decir que hemos unificado rápidamente las intenciones y eso es muy positivo.
¿Por qué cree que se ha hecho esta convocatoria con tan poco margen?
Parece ser que era una estrategia predefinida. Pimec quería hacerlas coincidir con las elecciones al Parlament de Catalunya. Suponemos que es para evitar que haya demasiado tiempo, que se hable de ello, y cuanto más rápido se haga el proceso sin que nadie se entere, mejor para la candidatura continuista.
¿Cree que la actual presidencia tenía miedo de un Eines de País en Pimec, después del precedente en la Cambra?
Yo creo que no les hace demasiada gracia, tampoco demasiado miedo, pero como ha existido el precedente de la Cambra de Comerç sí que de algún modo han tomado más medidas y se han puesto más en guardia, porque, así como la primera vez muchos subestimaban el poder de convocatoria que podía tener Eines, después de la Cambra ya no se puede despreciar. No creo que se lo plantearan como un peligro real, porque la estructura está muy bien atada, pero de algún modo eso les hace tomar más precauciones.
¿Por qué Pere Barrios?
Tengo ideas para hacer cambios, mi historial me avala, quiero recrear Pimec y volver a empezar de cero. Lo que se hizo hace treinta años no sirve, toca regenerarla. Hace cuatro días yo todavía era el presidente de Pimec Vallès Oriental y de la Comisión del Metal de la patronal, y salí un poco decepcionado. Siempre he pensado que Pimec tiene muchos complejos, y ahora desde fuera todavía lo veo muy claro.
Yo no quiero ser el presidente de la Pimec actual, no me hace ninguna ilusión seguir haciendo lo que hacía el antecesor. Ahora bien, una vez sacados los complejos, viendo lo que podría ser Pimec, sí que me hace mucha ilusión ser el futuro presidente de la nueva patronal. Pero, por ejemplo, el secretario actual —Antoni Cañete— sí que lo mantendría. De todos modos, estas elecciones lo cambian todo: cambian la presidencia, el comité ejecutivo y la junta directiva; es un cambio radical. Por eso da tanto miedo, porque no es que cambien tres personas, sino toda la estructura que está acomodadísima allí dentro.
Yo no quiero ser el presidente de la Pimec actual
¿A qué se refiere con los complejos?
Complejos porque se han resignado a ser una patronal pequeña. Nosotros estamos seguros de que Pimec es quien representa de verdad el tejido empresarial de Catalunya, con el 99,8% de pequeña y mediana empresa. Los grandes no necesitan a la patronal. Pimec no sabe la fuerza que tiene, se lo tenemos que explicar.
Ahora tienen hasta el día 12 de febrero para presentar la candidatura. Necesitan 100 avales y 40 personas para formar la junta. ¿Cómo lo tienen?
Lo tenemos. Faltan algunos nombres, pero el viernes lo tendremos. Pero hay muchas cosas arcaicas en este reglamento, porque, como no se ha aplicado nunca, nos encontramos con una serie de dudas que cuando las preguntamos nadie nos las sabe contestar, porque, claro, es una entidad que nunca ha tenido que utilizar el reglamento electoral...
Pero podemos decir que lo tenemos prácticamente a punto.
Pimec no sabe la fuerza que tiene, se lo tenemos que explicar
¿Cree que, ahora que Eines de País ha abierto la veda, puede surgir todavía alguna otra candidatura?
Sería muy bonito, pero es difícil, porque nosotros hemos necesitado correr mucho para hacerlo. Para que pase eso se tendrían que dar las condiciones, que sería anunciar elecciones para dentro de cuatro meses, pero no elecciones en quince días. Es una manera de proceder que ya denota pocas ganas de que salgan candidaturas. Además, la estructura que tiene Pimec es muy fuerte, toda la vida se ha visto así: mismo presidente desde su fundación, algunos de los miembros de la junta directiva, etcétera. Es como si el paisaje este lo tuviéramos que tener toda la vida. Y por lo tanto, ahora tenemos que explicar a todo el mundo que por primera vez hay un derecho de elegir en Pimec, que no están obligados a votar lo que hay; el voto es libre y se tiene que recordar.
Ahora tenemos que explicar a todo el mundo que por primera vez hay un derecho de elegir en Pimec, que no están obligados a votar lo que hay; el voto es libre y hay que recordarlo
¿En Pimec da miedo, no sólo que haya una candidatura, sino que esta sea independentista?
A ciertas personas de Pimec les da miedo hablar de eso, es otro de los complejos que quiero denunciar. La realidad del tejido productivo es la que es, y aquí no se ha querido remover este tema. El talante que ha habido hasta ahora lleva al servilismo, continuidad... y la mejor persona para hacer eso es una persona que ya está, un empleado.
Por lo tanto, la independencia no es el punto fuerte de esta candidatura.
No, no es el nexo. Nosotros primero somos empresarios y evidentemente queremos lo mejor para nuestras empresas dentro de nuestro país, que es Catalunya. No dejaremos de pensar en Catalunya, evidentemente, lo llevamos en la sangre, no hay ni que decirlo. Queremos que Catalunya tenga la patronal que se merece y no esconda la realidad, eso es lo que nos molesta.
A ciertas personas de Pimec les da miedo hablar de eso, es otro de los complejos que quiero denunciar
Intentamos que no se mezcle la política. Es una entidad que no tiene que tener ningún signo político, pero sí que tiene que trabajar por las empresas catalanas y por el país. Eso lo hacemos en clave de país, evidentemente, porque estamos convencidos de que es lo mejor para Catalunya.
Una de las particularidades de la candidatura de Cañete es que el presidente pasaría a cobrar un sueldo...
Sí, se trata de un empleado que quieren que pase a ser presidente y que mantenga el sueldo, y además un sueldo que no está mal. Lo primero que haré es anular eso, porque el presidente de Pimec no tiene que cobrar. Eso se ha hecho para que este señor pueda seguir siendo presidente y empleado, algo muy curioso. Yo he estado en muchas instituciones y el concepto de salario en la presidencia no lo he visto nunca.
El presidente de Pimec no tiene que cobrar
¿Uno de los objetivos de su candidatura sería desbloquear la ley de cámaras?
Se trataría de desmontar las reticencias de Pimec. La patronal tenía una sospecha de que la Cambra quería quitarle representatividad o protagonismo, pero si se lo miran bien, verán que no, la Cambra sólo está pidiendo recursos, fuerza para poder actuar. Pero la representatividad patronal, que es lo que más preocupa a Pimec, no se toca, la Cambra de Comerç no se meterá en eso. La Cambra no quiere estar negociando con los sindicatos los convenios colectivos, nada de eso.
Lo que tiene que hacer Pimec es preocuparse de representar de verdad el tejido, ser la única patronal de Catalunya y adquirir la representatividad que tiene que tener, que es mayoritaria absolutamente.
"Ser la única patronal" es su principal objetivo. ¿Cómo se lo ha tomado Foment del Treball?
Justamente estaba esperando alguna respuesta de eso, pero no han abierto la boca. Y es porque si abren la boca, tienen que decir cuántos socios tienen, y cuando lo digan, se demostrará lo que yo digo.
La representatividad patronal fue una lucha que duró muchos años y se cerró justo hace un par.
Una lucha que se cerró con un acuerdo, que para mí no era aceptable, del 50%. Pero lo curioso es que Foment le reconoce a Pimec el 50%, cuando en realidad quien está haciendo el obsequio es Pimec, que le está concediendo el 50% a Foment. Pero se leyó como si fuera al revés. No se llegó a los tribunales, pero se estuvo a punto. A grandes cifras es que Pimec tiene 128.000 asociados. Si eso se pone encima de la mesa, quedará patente que la mayoritaria es Pimec. Ya lo tiene, pero no lo sabe.
¿Por lo tanto, su primer objetivo sería reiniciar la batalla?
Sí. Demandar, requerir y demostrar quién es la primera patronal de Catalunya. Conseguiríamos el poder de negociación que debe tener y entonces tendrá una influencia real en las instituciones, la administración y es el trabajo que tiene que hacer Pimec. Una fuerza de lobby.
Cuando usted decidió entrar en la candidatura de Eines País a la Cambra de Comerç, hubo un malestar general dentro de Pimec. ¿Qué pasó?
Curiosamente, a la que manifesté la intención de formar parte de una candidatura a las elecciones de la Cambra, el presidente y el secretario manifestaron su preocupación y angustia.
Finalmente he acabado en el lugar donde estaba el mismo Josep González, en la vicepresidencia segunda de la Cambra, por lo tanto, ¿qué problema había? Estaba en una lista que no les gustaba, porque la apoyaba la ANC.
Estaba en una lista que no les gustaba, porque la apoyaba la ANC
¿Cómo es ahora su relación con Josep González?
Hemos tenido poca relación, pero justamente con el tema de la Cambra nos reunimos alguna vez cuando ya habíamos ganado las elecciones, porque él era el vicepresidente saliente. En aquel momento nosotros todavía no habíamos definido quién sería el presidente de la Cambra y González insistía mucho en que fuera yo, y creo que nos tenemos un afecto mutuo. Al final no tuvo esta alegría y acabó siendo Joan Canadell, que es quien tenía que ser.
¿Qué haría diferente?
Lo que queremos es democratizar más, descentralizar más... lo echamos de menos, y hablo como miembro actual de la junta directiva, porque mucha información no nos llegaba, y hablo también de censura. Cuando yo era presidente de Pimec Vallès Oriental, me sentía censurado.
¿Qué quiere decir?
Pues una cosa tan sencilla como cualquier manifestación que quisiera hacer, lo tenía que hacer por escrito y pasarla por el departamento de prensa de Pimec, y volvía corregido. Puedo denunciar otras cosas, pero ahora no es el momento. Ya hablaremos.
Después del 1-O del 2017 y la posterior fuga de sedes, Pimec no se mojó demasiado. ¿Usted lo hubiera hecho diferente?
El perfil de Pimec hasta ahora ha sido muy neutro. Nosotros con este tema creo que hubiéramos intentado ser más incisivos, porque incluso desde el punto de vista legal se puede discutir el cambio de sede. Pero está claro que en aquel momento había una presión sobre los depósitos, etcétera. Se podría haber denunciado más.
¿Cómo valora el trabajo que ha hecho Pimec con la pandemia?
Pienso que han hecho lo que han podido, poca cosa, han seguido con la actitud de siempre... Ahora todo el mundo está mirando el tema de las ayudas de Europa. Una vez más, Pimec se ha conformado con migajas. Actuación acomplejada una vez más.