Thomas Piketty (Francia, 1971) es uno de los economistas más influyentes de nuestro siglo. Su libro El capital en el siglo XXI lo catapultó a la fama mundial y algunos ya lo hemos estudiado en la universidad. Ahora, a raíz de la publicación de su último libro, Capital e ideología, Piketty ha ofrecido una conferencia en el Palau Macaya de La Caixa, moderada por el filósofo Josep Ramoneda, en la que ha reflexionado sobre las desigualdades, la lucha de clases y, por sorpresa, sobre la independencia de Catalunya y el modelo que se quiere de Europa.
Ha sido el exeurodiputado Ramon Tremosa, presente entre el público, quien ha abierto el debate catalán al pedirle su opinión sobre la situación catalana y el método fiscal del estado español, que, según Tremosa, "en España las regiones gastan (sanidad, educación) pero no recaudan ningún impuesto; por lo tanto España es un país unitario porque las regiones no pueden recaudar. El gobierno central reparte a discreción recursos y genera grandes diferencias de financiación per cápita". Al mismo tiempo, y citando al profesor canadiense Finn Poschmann, ha revelado que "cuando el Estado transfiere muchos recursos entre territorios, los pobres de las regiones ricas financian a los ricos de las regiones pobres".
Al contrario que con el Brexit, los catalanes que tienen más educación y riqueza quieren salir de España, mientras que el nivel más bajo quiere permanecer" - T. Piketty
A esta reflexión Piketty ha considerado que lo que hace falta a Catalunya es definir qué modelo quiere seguir el territorio, de manera que ha instado a los líderes independentistas a definir su visión a largo plazo de la Unión Europea con respecto a la fiscalidad: "Hay varias cuestiones que alimentan el independentismo, pero se tendría que pensar qué se querría para Catalunya. Cuál es la visión de futuro es muy importante, los representantes políticos del país tendrían que explicar cuál es su intención". En este sentido, ha preguntado "queréis conservar vuestro dinero y hacer otro Luxemburgo?".
En una conversación de una hora con el filósofo Josep Ramoneda, el teórico francés ha asegurado que uno de los problemas de Europa es que sufre "demasiada competencia fiscal" y se ha mostrado interesado al conocer como de solidaria con el club comunitario sería una Catalunya independiente.
La contradicción catalana
"El caso catalán es una realidad sorprendente", ha definido a la economista con una diplomacia francesa. En este sentido, ha explicado que el voto en Catalunya se basa en una estructura que funciona al contrario que el Brexit, ya que los resultados del referéndum británico muestran cómo las clases con más formación y ricas votaron masivamente quedarse dentro de la Unión Europea, y las más desfavorecidas para marcharse. En cambio, "está clarísimo que los catalanes que tienen más educación y riqueza sí que quieren salir de España, mientras que el nivel más bajo quiere permanecer," ha aseverado.
Una cuestión secundaria que explica la existencia de élites soberanistas es la voluntad de conservar sus ingresos fiscales" - T. Piketty
En este sentido, Piketty ha explicado que la tendencia independentista de las clases más acomodadas tiene, en parte, una razón "de fondo cultural" ya que parte de los grupos más desfavorecidos de la sociedad catalana son hijos de las diversas olas migratorias del resto del Estado. También ha dicho que una cuestión "secundaria y compleja" que explica la existencia de élites soberanistas es la "voluntad de conservar sus ingresos fiscales".
En este sentido, el teórico económico ha asegurado que justo después de la Primera Guerra Mundial, los grupos "menos escolarizados" votaban los partidos progresistas y, en cambio, las clases más formadas eran más conservadoras. En cambio, las estructuras de voto de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos muestran como en estos momentos la tendencia es la contraria.
¿Qué modelo de Europa queremos?
Piketty se ha mostrado "inquieto" por la "vuelta a las fronteras y al Estado nación" que se está viviendo a Europa y la actitud euroescéptica que adoptan los grupos menos desfavorecidos y ha dicho que ve necesario "cambiar de manera fuerte la manera de organizar" el club comunitario. "No podemos tener una libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas si no hay un impuesto común, ningún proyecto de justicia social común. Si no lo hacemos vamos directos al divorcio", ha avisado. Para el teórico, la UE es el único "proyecto internacionalista retributivo que puede permitir reducir las desigualdades" en el continente.
La desigualdad no es económica o tecnológica, sino ideológica y política" - T. Piketty
No sólo eso, sino que ha insistido en la necesidad de un impuesto común sobre las rentas, las sucesiones y el patrimonio a escala europea si la Unión quiere "sobrevivir" a la ola de resurgimiento de los nacionalismos identitarios que utiliza discursos xenófobos, como es el caso del Frente Nacional francés. "Europa sufre demasiada competencia fiscal. Luxemburgo e Irlanda atraen carteras financieras y sedes sociales de empresas sin aportar valor añadido a la actividad empresarial", ha aseverado.
¿En este momento, ha instado el independentismo catalán a definir qué modelo de Europa quiere. "Queremos que Europa sea como Estados Unidos? ¿Con un impuesto federal sobre los catalanes más ricos, a los cuales no se pagaría a Madrid sino a Bruselas o queremos guardar el dinero de los catalanes y hacer otro Luxemburgo, creando más competencia fiscal en Europa"?, se ha preguntado.
Hacia el socialismo participativo
La base del nuevo libro del economista radica en la conclusión que "la desigualdad no es económica o tecnológica, sino ideológica y política". Para él, el hilo conductor de la historia de las sociedades humanas no es la lucha de clases, sino la lucha de ideologías. En el libro -1220 páginas de gráficos, datos y referencias históricas- Piketty defensa que "es posible superar el capitalismo e imaginar a una sociedad más justa que se base en el socialismo participativo". En este sentido, el economista ha explicado que el socialismo participativo se trata de un proyecto diferente "basado en la igualdad de acceso de la educación y favoreciendo el acceso y la circulación de la propiedad". Así, una de las propuestas del francés es abrir el proceso de decisión de las empresas a los asalariados y que puedan pasar a formar parte de los consejos de administración, tal como se hace a algunos países germánicos y nórdicos.
En referencia al estado del bienestar del norte de Europa, Piketty ha remarcado que no hay un "determinismo cultural civilizador" que haga que los países sean más igualitarios o no sino que son las movilizaciones sociales y políticas las empujan la transformación y reducción de las desigualdades.