Patronales y sindicatos han reaccionado de manera contraria a la propuesta del Ministerio de Seguridad Social de subir las cotizaciones durante 10 años a partir del 2023 para pagar las pensiones del baby-boom. Por una parte, Pimec ha cogido con "frustración" la decisión de Escrivà, porque comportará "un incremento de los costes laborales". "Si se hubieran hecho las cosas cuando tocaba, ahora no habría que hacer el incremento", ha disuadido al secretario general de la patronal, Josep Ginesta.
En cambio, CCOO y UGT lo ven como "una buena noticia" que aleja de la negociación del nuevo mecanismo de equidad de las pensiones "la sospecha de los recortes". Con todo, señalan que las conversaciones continúan abiertas y cuestionan que el aumento planteado sea suficiente.
Incremento de los costes laborales
La patronal catalana tiene claro que el aumento anunciado para poder seguir pagando las pensiones de la generación más poblada "comportará un incremento de los costes laborales" hecho que, "en un contexto de recuperación no es una buena noticia". El exsecretario de Treball ha advertido en una rueda de prensa que "las empresas tendrán que pagar salarios que permitan secar el incremento", cosa que acabará revirtiendo en una posible reducción de los sueldos de los trabajadores.
En cambio, Retama sí que valora positivamente que las medidas que se plantean "no vayan solo en contra de los derechos a una pensión digna de las personas" y se esté optando por otras vías para garantizar el sistema.
Este aspecto también lo valora el secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, que celebra que Escrivá haya optado por "la vía de los ingresos" y no para recortar las prestaciones de jubilación en una entrevista a Las Mañanas de TV3. Por otra parte, Pacheco, ha señalado que la propuesta tiene "algunas sombras" y, por lo tanto, la "negociación todavía está abierta". "Falta definir el umbral del gasto real de las pensiones para saber si el incremento es suficiente. Y las proyecciones que tenemos desde el sindicato ya muestran que no es suficiente", ha expuesto.
El esfuerzo adicional de cotizaciones se repartiría entre empresas y trabajadores, pero los porcentajes todavía no se han fijado. En este punto, Pacheco recuerda que durante la sacudida financiera se rebajó en dos puntos la cotización de la cuota empresarial. "Ahora tenemos rentas de beneficios que están por encima incluso de las de antes de la crisis del 2008, incrementar la cotización y una parte del esfuerzo de las empresas no estaría mal", dice.
La UGT, por su parte, ve la propuesta de Escrivá como "positiva" pero pide acceso a "más datos para ver el impacto real de las medidas" en la próxima reunión, que será el 8 de noviembre, según ha explicado Enriqueta Duran, secretaria de Políticas Sociales de la UGT.
Duran ha pedido que la solución final "nunca más pase por un recorte de las pensiones de jubilación" y también cree que el planteamiento de Escrivá aleja "la sospecha" de los recortes vinculados al factor de sostenibilidad planteado por el PP. Ahora bien, Duran dice que es temprano para saber "si realmente se podrán pagar todas las pensiones del baby-boom" con esta medida, especialmente por el gasto cuantificado a partir del 2032. Por otra parte, el sindicato critica la "mala costumbre" del Gobierno de dar a conocer propuestas que todavía no están cerradas a la mesa de negociación con los agentes sociales.