Hace años, masas, que los el Gobierno no ejecuta todas las inversiones previstas en los presupuestos. El mejor ejemplo es que entre 2013 y 2020 el Estado solo ha ejecutado el 66% de las inversiones previstas en Catalunya. Ante estos datos, la patronal de la pequeña y mediana empresa catalana, Pimec, ha reclamado la creación de un fondo de compensación para reducir la pérdida de competitividad que se produce por esta falta de inversiones.
Dicho de otra manera, Pimec pide que se cree una bolsa con todo el dinero que finalmente no se ha ejecutado para poder ejecutarlos el año siguiente y compensar así el agravio provocado por la no ejecución por parte del Estado a cualquier comunidad. Desde la patronal catalana apunta que eso provoca la pérdida de oportunidades para la comunidad afectada.
Para poder llevar a cabo este fondo, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha pedido, con urgencia, que se acuerde un nuevo sistema de financiación autonómica que dé respuesta a los nuevos equilibrios territoriales.
Presupuestos demasiado optimistas
Cañete ha anunciado la propuesta de Pimec durante la rueda de prensa de análisis de los presupuestos de la Generalitat y del Gobierno, celebrado este lunes. Al respecto, el primero que ha expresado es que es una gran noticia que hay cuentas tanto en Catalunya como en el Estado, ya que veníamos de una situación donde teníamos unos presupuestos vigentes previos a la pandemia que no daban respuesta a la nueva realidad.
Ahora bien, no todo han sido mensajes positivos. Cañete ha criticado que sean unas cuentas muy optimistas que apuntan en crecimientos del PIB poco realistas que se alejan de las previsiones de entidades como el banco de España o la Comisión Europea, que actualmente se sitúan cerca del 5,5% cuando las cuentas catalanas prevén un crecimiento superior al 6% y los españoles superiores al 7%. Ahora bien, el presidente de Pimec también ha reconocido que ojalá se cumplan las previsiones hechas, pero lo ha visto poco probable.
Otra de las críticas hechas por Pimec es la poca inversión que hacen los presupuestos en el tejido productivo catalán y español, criticando el acento social de las cuentas y de las inversiones previstas por los fondos europeos. Concretamente, critican que solo el 8% del gasto previsto por España irá al tejido productivo mientras que más del 50% será gasto social, mientras que en Catalunya pasa un hecho parecido con la diferencia que el tejido productivo recibirá el 13% de las inversiones previstas. En este sentido, se ha justificado asegurando que la mejor política social es generar nuevos puestos de trabajo.
Catalunya
Específicamente sobre las cuentas del Gobierno, han celebrado que sean realmente expansivos, sin embargo, lamentando el poco aumento en el tejido productivo. Por el que falso a los ingresos previstos, coinciden es una perspectiva muy optimista hecha antes de la aparición de la última variante de la Covid que puede afectar, otra vez, a las inversiones internacionales. Continuando con las críticas Pimec ha pedido rebajar la intensidad fiscal a Catalunya, ya que es especialmente dura con las empresas y las rentas medias y altas.
Otro de los aspectos que ha centrado la explicación han sido los fondos europeos, sobre los que han vuelto a exigir que tengan un fuerte impacto en el tejido productivo del país para encauzar la transición verde y digital que busca la Comisión Europea con estas inversiones. En esta línea han apuntado que las pymes, que representan más de dos terceras parte de los puestos de trabajo tienen pocas partidas exclusivas para ellos, pero han confiado en que puedan captar fondos de otras partidas como la rehabilitación de edificio o las de digitalización.
Sobre las cuentas españolas, que se aprobaron la semana pasada, a grandes rasgos, las coinciden con la valoración de los catalanes, no obstante con una diferencia y es que son más restrictivos con el objetivo de rebajar el déficit hasta el 3% de cara al 2023.
Ahora bien lo que sí que han reclamado al Estado es que la reforma fiscal tiene que ser más ambiciosa, ya que aumentando el tipo mínimo del impuesto de sociedades al 15% no es suficiente para llegar a una progresividad real entre grandes utilizas y pymes a la hora de pagar impuestos. Además, han pedido que haya bonificaciones para aquellas empresas que reinviertan sus beneficios y que se mejore la seguridad jurídica para las pymes.