El mundo de las criptomonedas sigue en caída libre. Si ahora hace uno más la empresa FTX se declaraba en bancarrota económica y dejaba bloqueados los millones de dólares invertidos por sus clientes, este lunes ha sido el turno de BlockFi. La empresa, que se dedica al préstamo de criptoactius y servicios financieros, ha solicitado acogerse a la protección del capítulo 11 de la "Ley de Quiebras". BlockFi ha sido la última víctima de un sector, el de las criptomonedas, que se ha mostrado extremadamente volátil en los últimos meses. Según un comunicado de la empresa, BlockFi y ocho de sus filiales han empezado el proceso de suspensión de pagos bajo el Capítulo 11 ante el Tribunal de Quiebras para el Distrito de Nueva Jersey, con la finalidad de estabilizar su negocio y tener la oportunidad de llevar a cabo una reestructuración integral que permita maximizar el valor para los clientes y otras partes interesadas.
"Con el colapso de FTX, el equipo de administración y la junta directiva de BlockFi tomaron medidas inmediatamente para proteger a los clientes y a la compañía", dijo Mark Renzi de Berkeley Research Group, asesor financiero de BlockFi, expresando la confianza en que un proceso transparente consiga el mejor resultado para todos los clientes y partes interesadas. Asimismo, la empresa ha confirmado que la actividad de la plataforma continúa suspendida, precisando que cuenta con efectivo disponible por importe de 256,9 millones de dólares (247 millones de euros), que se espera que proporcione suficiente liquidez para dar apoyo a unas ciertas operaciones durante el proceso de reestructuración.
La empresa FTX, la segunda mayor de intercambio de criptomonedas, se declaró en bancarrota ahora hace unas semanas, lo que probó una caída del valor de los criptoactius. La plataforma de compra y venta de criptomonedas FTX debe a sus 50 acreedores más grandes casi 3.100 millones de dólares, según un expediente judicial. La empresa, que se declaró en bancarrota en los EE.UU., dice que debe en torno a 1.450 millones de dólares a los suyos 10 principales acreedores, aunque no se sabe quiénes son. El colapso de la segunda compañía de intercambio de criptomonedas mayor del mundo sacudió la confianza en el ya problemático mercado de divisas virtuales. También llevó al cabo de la empresa, a Sam Bankman-Fried, a renunciar.
Ahora mismo, el valor del Bitcoin es de poco menos de 16.000 euros, cuando hace poco más de un año había llegado a ser de casi 60.000 euros. Esta caída, la más fuerte que ha vivido el sector desde hace más de cinco años, está generando un escenario de mucha desconfianza en el sector de las criptomonedas. La caída del Bitcoin ha arrastrado a la gran mayoría de las criptomonedas a seguir su camino. Ahora queda para ver si después de la última quiebra del sector seguirán más o se empezará a ver la luz al final del túnel para los inversos en criptomonedas.