El economista Santiago Niño Becerra ha manifestado que los jóvenes lo tienen mal en España, a causa del modelo productivo que tiene su economía. "Este horror, fraude y elusión fiscal al margen, es consecuencia de la estructura del PIB de España y del modelo productivo de España: bajo valor añadido generado con una baja productividad con un modelo intensivo en el factor trabajo, mucho del cual se ocupa estacionalmente", ha indicado. Niño Becerra ha hecho referencia al alto peso del turismo y de la construcción en la actividad económica. "Recordemos: el 15% de la población ocupada es pobre. ¿Cómo se soluciona este horror? A nivel general no se puede. Volvemos a recordar: España fue bien [frase de José María Aznar] cuando en España se construían más viviendas que en Alemania, Francia e Italia juntas, y cuando el crédito brotaba como agua de una fuente. Y eso ya no volverá porque ya no es conveniente (y porque era absurdo). ¿Entonces, al margen de emigrar, qué salida queda? Hay que dice que en España hace falta más emigración", ha añadido.
El economista ha enlazado una noticia del diario El País que detalla un informe de la fundación Foessa, vinculada a Cáritas, dónde dice que entre los jóvenes españoles la exclusión severa ha pasado del 10% al 15,1% desde la aparición del coronavirus. Son 1,45 millones de personas de entre 16 y 34 años las que se encuentran en esta situación, más de medio millón más que antes de la covid-19. La fundación alerta que se está produciendo un "choque sin precedentes".
"Al cierre del año pasado más de uno de cada cuatro residentes en España entre 16 y 35 años (el 28,5%) se encontraba en situación de exclusión moderado -según el indicador multidimensional que construye Cáritas-, ante el 22,1% del 2018, cuando el virus no entraba ni siquiera en las cábalas de los más pesimistas. Y se dispara hasta el 33,5% en el caso de los menores de 16 años", añade el rotativo.
"La desigualdad ha crecido más en un año que durante toda la crisis del 2008″, apunta Raúl Flores, secretario técnico de la fundación Foessa. Un salto sustancial que agrava un problema ya por sí mismo enquistado: España está desde hace años entre los países más desiguales de los veintisiete, apenas superada por un pequeño grupo de países bálticos y del Este de la UE, todos ellos mucho más pequeños", insiste.
Los autores del estudio explican que hay indicadores que apuntan que la recuperación de la ocupación se está produciendo con más rapidez en las mujeres. Pero hay que ver si eso se traduce en menos desigualdad en términos de ingresos, o no.